Dos colombianos detenidos en Siero tras hallar enterrado en su finca a un familiar apuñalado, cuya desaparición habían denunciado

La Policía Nacional descubrió que detrás de la desaparición del hombre se encontraban algunos parientes y buscó insistentemente su cadáver en la finca familiar de Granda hasta que lo hallaron

Dos colombianos detenidos en Siero tras hallar enterrado en su finca a un familiar apuñalado, cuya desaparición habían denunciado

Dos colombianos detenidos en Siero tras hallar enterrado en su finca a un familiar apuñalado, cuya desaparición habían denunciado / LNE

S. F. / L. Á. V. / L. B.

Conmoción en la parroquia sierense de Granda, cuya paz habitual se vio alterada por una inusual presencia policial en los últimos días. Una familia de origen colombiano, parte de ella residente en una finca situada en una carretera interior que va desde las proximidades de la glorieta de Tiñana, junto a Casintra, a la citada parroquia de Siero, había denunciado la desaparición de uno de sus miembros. Pero las investigaciones sobre el paradero de la persona buscada terminaron llevando a la Policía Nacional a la misma finca de Granda. Allí encontraron el cadáver del desaparecido y se confirmó que detrás de su muerte hay un crimen por el que han sido detenidos dos de sus parientes.

La Policía Nacional acabó así sospechando de parte de la misma familia colombiana que había denunciado la desaparición. Al parecer, según ha podido saber este periódico, tras tirar del hilo se percataron de viejas rencillas del pasado y la intuición de los investigadores les llevaba por el camino correcto.

En la finca de Granda se presentaron con maquinaria para proceder a la búsqueda del cadáver del hombre colombiano. Con una excavadora, y tras varios intentos fallidos, hallaron, junto a un árbol, los restos del fallecido, que no llevaba mucho tiempo en Asturias y trabajaba en una empresa de limpieza.

Con todas las precauciones debidas, y el pertinente análisis del terreno, se levantó el cadáver, en presencia de un juez, para proceder posteriormente a su análisis en el Instituto de Medicina Legal, en Oviedo. La autopsia corroboró la hipótesis de una muerte violenta, tal y como ha podido saber este periódico.

El familiar, cuya desaparición había sido denunciada ya a finales de marzo y que residía en Colloto, fue apuñalado antes de ser enterrado junto a una higuera de la finca de sus familiares en Granda. Los signos de violencia eran bastante evidentes, pese al estado de descomposición que ya presentaba el cadáver.

De hecho, según ha podido saber este diario a través de fuentes conocedoras del caso, el fallecido habría recibido numerosas heridas de arma blanca y todo apunta a que fue apuñalado por la espalda. La violencia del crimen es tal que sus restos presentan, al menos, diez cortes, varios de ellos en el cuello.