Educación, mucha educación para no cometer la grosería de aceptar un regalo pero criticar la tienda de donde procede.

Educación para no confundir los términos ni equiparar izquierdas con antipatriotismo y derechas con su contrario.

Educación para respetar las ideas compartidas, o no, de cada persona.

Educación para no creer que si no enarbolo una bandera cada minuto de mi vida es que no siento mi país.

Educación para comprender que efectivamente, e históricamente, hubo un tiempo en que el avance de este país hubiera ido por otros derroteros si la Guerra de la Independencia hubiera tenido otro final, no sabemos si ahora estaríamos mejor o peor, pero en ese momento eso fue una realidad.

Educación para no insultar ni ofender por el hecho de pensar de manera diferente.

Educación para no ir dando clases de yo más que nadie, yo mejor que nadie.

Educación para no exaltarse porque el de enfrente opine de manera diferente aunque comparta mi mismo edificio y no le guste su piso, peor para él, que tiene que vivir donde no quiere.

Educación para no confundir churras con merinas.

Educación para no dejarse llevar por una avalancha de "-ismos" que llevan al fanatismo.

Educación para poder dialogar incluso cuando el tema ya empieza a cansar.

Educación para estar por encima de ciertas cosas que no merecen la pena y ocuparse de cosas más interesantes.

Educación para a pesar de encontrar fuera de lugar ciertas declaraciones o actuaciones, no coger la parte por el todo.

Educación para desarrollar la inteligencia y no la intransigencia.

Educación no sólo para nosotros sino también para las generaciones que nos siguen.

Educación para desarrollar lo mejor de cada uno.

Educación para abrir la puerta y que salga el que quiera.

Educación para estar a gusto aunque el gusto no sea compartido.

Educación para todo, incluso para tratar con el que no la tiene.