El vallisoletano Antonio González Cantalapiedra recibió ayer en Oviedo el cariño de sus compañeros asturianos. El Colegio de Veterinarios le concedió, con motivo de la festividad de San Francisco de Asís, la medalla de oro "por su trayectoria profesional y por ser un apoyo importante para los profesionales, con los que mantiene un vínculo estrecho como responsable de la formación de los clínicos de grandes animales, con el valor añadido de su calidad humana". Cantalapiedra compartió protagonismo durante la noche con los colegiados que llevan 50 y 25 años al servicio de los animales, que recibieron las insignias de oro y de plata respectivamente. Por su parte, los veterinarios jubilados recogieron un diploma en reconocimiento a su labor. El acto se celebró en la sede del colegio en Oviedo, en la Plaza América.