Al diseccionar por parcelas la gestión del Gobierno del Principado en el primer trienio de Javier Fernández, la creación de empleo se lleva aplastante mayoría de calificaciones negativas, la vivienda cosecha casi la mitad de respuestas adversas y el resto de lo analizado -educación, sanidad, seguridad ciudadana, inmigración, medio ambiente e infraestructuras- tiende al equilibrio. En el sondeo poselectoral del CIS, el empleo apabulla a los demás problemas de la región en el orden de prioridad de los asturianos y las reacción mayoritaria ante la política elige "desconfianza". Un tercio de los consultados se ven a sí mismos socialistas o socialdemócratas y en el análisis colectivo la realidad de la región sale entre "mala" y "muy mala", pero mejor que la del conjunto del país. Siete de cada diez ven negativa la situación económica asturiana -el 74 por ciento dice lo mismo de la española- y casi seis reprueban el estado de la política en Asturias -el 73 por ciento descalifican la de España.
