La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Putiferio" demoledor en la Junta

El PP calla en el Pleno y el resto de partidos se echan las manos a la cabeza por los gastos en un viaje pagado a Caunedo y anotados como "putas y varios"

El portavoz de Podemos, Emilio León, lee durante el Pleno la información sobre el caso en LA NUEVA ESPAÑA. LUSIMA MURIAS

La palabra demoledora, "putiferio", planeó ayer durante toda la mañana sobre el hemiciclo de la Junta General del Principado, donde se celebraba un Pleno de preguntas al presidente. Los informes del servicio de Vigilancia Aduanera que constan en el sumario del "caso Pokémon" y que ayer desveló LA NUEVA ESPAÑA, que revelan que la contabilidad personal de Joaquín Fernández, el principal imputado en la "trama del agua", incluía gastos de "putiferio" y "putas y varios" en varios viajes pagados supuestamente por su empresa, Aquagest, al exalcalde ovetense y líder de la oposición Agustín Iglesias Caunedo y al exconcejal gijonés del PP Manuel Pecharromán, centraron las conversaciones en los pasillos y las valoraciones políticas.

La presidenta del PP, Mercedes Fernández, llegó a las diez de la mañana, sonriente (al mal tiempo, buena cara), y rehusó hacer ninguna valoración. No obstante, era evidente que las filas del PP estaban en estado de "shock", no solo por lo que ya había salido a la luz, si no por lo que queda por venir, ya que es un caso que no está cerrado, y que aún puede ocultar muchas sorpresas. El escándalo salió a la luz, además, en el peor de los momentos, con un acuerdo político con Foro en ciernes, y en el momento de cerrar las listas electorales para la cita del 20 de diciembre.

El PSOE optó por callarse la boca, aunque varios diputados, que han tenido que sufrir en las carnes de su partido escándalos como el caso Marea o el caso Villa, no ocultaban su regocijo. Durante la mañana, ninguno de los representantes socialistas quiso hacer una valoración de la polémica, aunque Javier Fernández se la tiró a la presidenta del PP durante el debate. Los populares se habían mostrado preocupados por la situación de los ganaderos asturianos. "Más que preocuparme por la leche y la carne, yo estaría preocupado por el agua", le espetó Javier Fernández.

El primero en hablar en los pasillos fue Gaspar Llamazares, que consideró que "es algo que da náusea" y que debería llevar a los implicados a "valorar sus compromisos éticos" y dimitir. "La política de servicios públicos como el agua se ha convertido en algo sucio, de cañería". Opinión parecida mostró el portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, que aseguró que en su partido "hubiéramos exigido responsabilidades y dimisiones", y pidió explicaciones al PP. Daniel Ripa, secretario general de Podemos, considera que muestra "el estilo de vida repugnante de las élites que nos han gobernado y sus redes clientelares".

Compartir el artículo

stats