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El proyecto inicia el proceso de participación pública recogiendo aportaciones en internet

No lo parece, pero el remedio está a la vista. En la comarca que lidera todos los indicadores negativos, además de la más envejecida y declinante la que menos porcentaje aporta al Producto Interior Bruto asturiano, hay rayos de luz invisibles. El grupo de trabajo de la Universidad de Oviedo que escarba en la realidad del suroccidente para tratar de iluminar su futuro ha concluido un informe preliminar que lo dice. Están hablando de cinco concejos en la cola del desarrollo, que aparte de dos de cada diez habitantes han perdido el 31 por ciento del empleo en la primera década y media de este siglo, pero que no lo tienen absolutamente todo perdido. El análisis de la Universidad, a instancias del Principado, ha dado el primer paso elaborando un diagnóstico teórico que ha tratado de detectar las fallas y de asociarles antídotos y que muy a grandes rasgos concluye que el remedio está en el medio.

El examen del equipo investigador habla mucho del "medio natural" como la locución que engloba las soluciones, como el concepto complejo que contiene potencias desarrollables en sectores muy diversos. Cuando el informe detalla las fortalezas y las oportunidades, y las fórmulas para mantener unas y explotar las otras, está hablando en realidad de la naturaleza. De exprimir los "productos de calidad reconocidos de la comarca", del "aprovechamiento forestal", del potencial de rendimiento energético que tiene la naturaleza si se plantea "desde la óptica de la sostenibilidad" o del refuerzo y profesionalización de un sector turístico fundamentado en las singularidades del territorio para desarrollar una oferta diferenciada".

Fácil de decir, complejo y costoso de desarrollar. "Hay muchísimo que hacer", resalta Felipe Fernández, catedrático de Geografía y responsable de la investigación. "El problema es de grandes dimensiones desde muchas perspectivas, y es verdad que hablamos de una zona muy castigada, que está a la cola de todos los parámetros de evolución de población y económica, pero eso no debe llevarnos al pesimismo. Hay que plantear la necesidad de buscar en el problema la solución" y en este punto animar a pensar que para cimentar su futuro estos concejos cuentan sobre todo con "recursos que derivan de todo lo relacionado con la naturaleza y que no se deberían minusvalorar", porque tienen aplicaciones heterogéneas en una multitud de sectores productivos.

Habla por eso el informe de la necesidad de corregir el despoblamiento, la dispersión y el envejecimiento colectivo de esta área de cinco extensos municipios -Cangas del Narcea, Tineo, Allande, Ibias y Degaña- que suman hasta 27 parroquias con una densidad de población inferior a cinco habitantes por kilómetro cuadrado. Se refiere, es inevitable, a la exigencia de incrementar de modo sustancial los equipamientos y servicios que reciben los habitantes de los concejos analizados, al "impulso de la regeneración económica", al incentivo "de la cultura emprendedora" o al perfeccionamiento de las comunicaciones y las infraestructuras. Pero entre las conclusiones resaltan sobre todo aquellas que enfocan hacia el establecimiento de un ambiente que permita desarrollar las potencialidades naturales de un paisaje diferente y económicamente aprovechable, que aquí podría ser además la base común a partir de la que conseguir la muy necesaria diversificación de la economía comarcal.

El inventario de soluciones, todavía provisional y pendiente de ser sometido a la evaluación de un proceso de participación pública y a otro de contraste con las apreciaciones de los representantes de los diferentes sectores de la zona, manda, por ejemplo, "fortalecer y divulgar los productos de calidad reconocidos de la comarca", "estimular el aprovechamiento forestal", "divulgar y aprovechar la singularidad climática, paisajística y patrimonial" o "mejorar los aprovechamientos energéticos desde la óptica de la sostenibilidad", poniendo aquí el acento en los primeros gérmenes de industrias que tratan de aprovechar los recursos del territorio, como las plantas de biogás y pellets instaladas ya en el polígono de La Curiscada, en Tineo.

La batería extensa de propuestas de remedios sale en varias direcciones del tronco común del paisaje y el medio natural. También un sector turístico profesionalizado y enfocado hacia la explotación de las peculiaridades naturales de este territorio, "el fomento de las producciones ecológicas" y su fruto agroalimentario o el establecimiento de "mecanismos de divulgación y fomento de las cualidades organolépticas de los productos locales", así como el "apoyo a las agrupaciones de productores y de canales cortos de comercialización".

Es difícil, cuesta dinero y promete un trabajo ingente de organización de potencialidades desordenadas. Basta un ejemplo extraído del informe del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo. Si es evidente que la productividad del monte es uno de esos recursos pendientes de orden y desarrollo, también lo será que la situación de partida no ayuda. De la superficie forestal de la comarca, según el análisis, casi la mitad es matorral, "que tapiza gran parte de las sierras de la comarca" y es el emblema del monte improductivo. El suroccidente tiene cerca del 38 por ciento del matorral del Principado. Por un lado, precisa Felipe Fernández, el estado actual "incumple los mandatos de la UE en cuanto a conservación del paisaje, biodiversidad, lucha contra el cambio climático o riesgo de incendios". Por otro, tiene "un tremendo potencial económico" pendiente de desarrollar.

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