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En corto y por derecho

Fernández rima con Hernández

Javier Fernández Fernández, presidente del Principado y secretario general de la FSA, que se inspira en la poesía para sus discursos, habló en Avilés como Miguel Hernández Gilabert, poeta. Dijo Fernández Bis que España padece "tres heridas: la de la corrupción, la de la nación y la de la economía". Y dijo el poeta de Orihuela: "Llegó con tres heridas: / la del amor, / la de la muerte, / la de la vida. / Con tres heridas viene: / la de la vida, / la del amor, / la de la muerte. / Con tres heridas yo: / la de la vida, / la de la muerte, / la del amor".

Lo de Javier, arreglado para Joan Manuel Serrat Teresa, cantautor, podría quedar así: "España, tres "herías": / la de la corrupción / la de la nación / la de la economía / Las tres heridas son: / la de la economía / la de la corrupción / la de la nación".

La tercera cuarteta no merece la pena porque también acabaría en "-on", la más fácil de las rimas consonantes, que una vez tiene perdón, pero dos, non (¿ven?). Se podría arreglar mejor. A ver si Graciano García García, periodista, editor, inventor de los premios "Príncipe de Asturias" y ahora poeta del intenso poemario "Una tierra, una patria, un alma".

El secretario general de la FSA diagnosticó las tres heridas en presencia de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, secretario general del PSOE, quien en términos líricos y parafraseando a Blas de Otero Muñoz, poeta social, es Pedro, camisa slim-fit de su esperanza.

Por otra parte, en concreto por el aeropuerto de Asturias, y en otro momento, algo antes, andaba María Dolores de Cospedal García, secretaria general del Partido Popular que marchaba de la región después de una visita preelectoral. La presidenta del PP de Castilla-La Mancha fue advertida de que acababa de aterrizar Pedro Sánchez y que estaba en la sala VIP con Javier Fernández, por si quería saludar. La que fuera presidenta de Castilla-La Mancha no atendió la sugerencia alegando que prefería ver las tiendas. La economía asturiana necesita más visitas de Cospedal, modelo de político visitante "que deja dinero" porque ya había hecho tiendas por la mañana en Gijón porque ya no hace falta hablar de austeridad, y menos teniéndolo, boba. Cospedal sí; mochileros de la política, no.

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