El túnel alpino de San Gotardo abrirá al tráfico en diciembre de 2016 y se convertirá en el más largo del mundo, con sus 57 kilómetros de recorrido total. La entrada en servicio se producirá tras un periodo de catorce meses de circulaciones en pruebas que ya dieron comienzo el pasado mes de octubre. Este proceso de tests, verificaciones y ensayos de los maquinistas que conducirán los trenes por el paso subterráneo refuerza la teoría de los expertos, como Mike Bent en LA NUEVA ESPAÑA, que vienen defendiendo que la variante de Pajares también se someta a un exigente periodo de pruebas y certificaciones, de unos nueve meses. En total, el futuro trazado de 50 kilómetros entre Pola de Lena y La Robla (León) tendrá soterrados algo más de 38 kilómetros, de los que 25 corresponden al túnel central, que discurre a una media de 800 metros de profundidad.
La excavación del túnel de San Gotardo concluyó en octubre de 2010 y las primeras circulaciones en pruebas dieron comienzo cinco años después, con el visto bueno de la Oficina Federal de Transporte de Suiza. La empresa Alp Transit, encargada de la ejecución del paso, inició los tests por los sistemas de radio, el acople de la rueda con la vía y la relación entre el pantógrafo de los convoyes y la catenaria.
Tráfico mixto
Al igual que Pajares, este gran túnel alpino tendrá tráfico mixto de mercancías y de viajeros, aunque, contrariamente a lo que pasará en Asturias en una primera fase, dispondrá de Alta Velocidad. Las máximas previstas superan los 275 kilómetros por hora.
El primer periodo de pruebas concluirá el 1 de junio del año que viene, fecha para la que ya está programada la ceremonia inaugural y el acto de entrega de la obra. A partir de ahí, se iniciará la formación de los maquinistas, que se prolongará hasta el inicio de la explotación comercial del túnel, en diciembre de 2016.
