Uno de los "puntos calientes" de la política regional está en la basura. Los vaivenes políticos y judiciales han dejado al PSOE con su plan más polémico, la construcción de una macroincineradora en Serín, en el aire, justo cuando más frágil es el apoyo político a su Gobierno. El reciente giro del PP asturiano, que antes apoyaba sin titubeos la solución de incinerar los residuos y ahora reclama que se busquen otras alternativas (en lo que viene a coincidir con su reciente socio, Foro Asturias), ha dejado a los socialistas solos ante la solución a los residuos de la región. Y el tiempo apremia, ya que se estima que el vertedero de Serín estará lleno en unos dos años.
La presidenta del PP y portavoz parlamentaria, Mercedes Fernández, reconoce que su partido ha dado un giro en este asunto, porque "han aparecido nuevas alternativas que hay que estudiar". El cambio en su posición, que coincide con su alianza con los foristas, fervientes opositores a la planta de incineración, ha levantado ampollas entre los socialistas. Consideran que es un giero que el PP nunca adoptaría de tener responsabilidades de gobierno, y que se debe a una estrategia política, más que a un abordaje "serio" de los problemas de la gestión de residuos en Asturias.
Sin el PP como aliado en este asunto, y con el resto del Parlamento asturiano en contra, el Gobierno está embarcado en una nueva tramitación del plan de residuos, que a finales de septiembre volvió a sacar a información pública para cumplir con una reciente sentencia que tumbó el documento por un defecto formal. En esta ocasión, y tras las exigencias de IU para firmar el pacto de investidura, el documento incluye una salvedad singular: "Se propone que en el apartado de revisión del Plan Estratégico de Residuos del Principado de Asturias 2014-2024 se refleje el compromiso de que en el plazo de tres meses desde la aprobación definitiva del mismo, se inicie el procedimiento para su revisión". Es decir, después de aprobarlo, en tres meses se volverá a revisar para adecuarlo a la nueva normativa europea y "previa evaluación del conjunto de alternativas que existan para tratar la fracción resto, se optará por aquella que, siendo viable técnica y económicamente, tenga el menor impacto ambiental".
El PSOE cumple así con el compromiso alcanzado con IU de tener en cuenta otras alternativas a la planta de incineración, una solución que permite mantener la tramitación actual para "no empezar desde cero", según señala el portavoz de IU en la Junta, Gaspar Llamazares. "Nosotros estamos radicalmente en contra de la incineradora, y sabemos que hay alternativas viables, como la planta de Rivas Vaciamadrid, que no recurre a la incineración. Entendemos que el plan haya continuado su tramitación, porque no queda tiempo para empezar desde cero: en dos años el vertedero se habrá colmado". Respecto al cambio del PP, Llamazares considera que "bienvenido sea" el giro, aunque duda de que el PP lo sostenga con firmeza. "Cada día van cambiando, a eso nos tienen acostumbrados", asegura Llamazares. Para IU, el asunto de la incineradora es crucial, ya que su militancia es muy crítica con la solución que, pese a todo, sigue defendiendo el PSOE. IU asiste a la nueva tramitación del plan, que no excluye la incineración, con la mosca detrás de la oreja.
