El fiscal delegado de delitos económicos de Asturias, Íñigo María Gorostiza, se pasa al sector privado, concretamente a la firma de abogados Vaciero. Nacido en Valladolid en 1960, aunque familiarmente ligado a San Sebastián y destinado en Asturias desde el año 1996, Gorostiza ha decidido hacer un alto en la carrera fiscal, en la que ingresó en 1990, para "ver el Derecho desde el otro lado, sin perder la perspectiva de los delitos económicos". Y es que desde su nuevo puesto actuará cerca de los empresarios para desarrollar planes de prevención e "intervenir en la formación". En el sector empresarial, indica, hay un importante desconocimiento de esta materia, especialmente en lo tocante a "los delitos de corrupción entre particulares". El fiscal ha solicitado por el momento una excedencia de dos años.
Gorostiza es un persona inquieta. Curtido en Bilbao y San Sebastián, casado con una asturiana que le dio tres hijos, recaló en 1996 en Avilés, una plaza en la que trabajó durante diez años, hasta su paso a la Fiscalía del Tribunal Superior. En 2008 se hizo cargo de los delitos económicos.
No solo eso. Entre 2007 y 2010 participó en un programa de cooperación de la Comisión Europea dirigido por el Consejo del Poder Judicial (CGPJ) y la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administraciones Públicas (FIIAPP), que tenía como fin el "fortalecimiento del Estado de derecho en Guinea Ecuatorial", y que incluía un trabajo de apoyo al ministerio público de la ex colonia española. También ha asesorado en Panamá y Honduras.
Tras 25 años en la carrera fiscal, Gorostiza, un auténtico corredor de fondo que no hace malos tiempos en las medias maratones en las que participa, inicia una nueva etapa en la empresa privada. "Es un reto personal, siempre he tenido inquietudes y he decidido aprovechar este ofrecimiento, que además supone una mejora económica", asegura.
