El Principado desactivó a última hora del sábado la prealerta por contaminación en Gijón después de siete días consecutivos y tras constatar que los niveles medios diarios de partículas en suspensión cumplían los límites permitidos en todas las estaciones de la ciudad. La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente da por controlada la situación en el último dispositivo que se resistía, el de la avenida de Castilla, en el barrio de La Arena. Allí, la concentración de agentes contaminantes ya había sido "muy baja" en los dos últimos días, según los datos oficiales divulgados por el Gobierno regional, aunque los picos registrados sobre todo en la tarde de Navidad hacían que se resintieran los promedios diarios y justificaban el mantenimiento de la prealerta.

Este nivel de prevención es el segundo de los tres previstos en el plan que vigila la calidad del aire de Gijón y exige la emisión de advertencias a la población afectada. El Principado ha decidido retirarlo, pero mantener a Gijón y Avilés en situación de "aviso", que implica la vigilancia y análisis continuo de la evolución de las cifras registradas en las estaciones por si fuera conveniente aplicar de nuevo el protocolo. En la comarca avilesina, donde la prealerta fue decretada a la vez que en Gijón, el domingo pasado, y retirada en la jornada siguiente, los grupos ecologistas han advertido a lo largo de la semana del registro continuado de picos disparados de varios contaminantes. Además de las partículas, denunciaron, también se elevaron los niveles de benceno.