Las fiestas navideñas y la compleja situación política se mezclaron ayer en Oviedo. La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, pidió al árbol de los deseos -instalado por Nuevas Generaciones en Oviedo en el día previo a la fiesta de los Reyes Magos- que "Mariano Rajoy sea el presidente de España, a través de la investidura correspondiente", ya que "hay muchos asturianos que necesitan oportunidades de empleo".

Fernández insistió en que durante los últimos cuatro años "las familias asturianas han tenido que superar muchos obstáculos" y el trayecto "ha sido duro". Por esta razón quiere "que gobierne el partido que ha tenido más respaldo por parte de los españoles", debido a que "ha sacado 33 escaños más que la segunda formación más votada, que es el PSOE". Fernández insistió además en que sólo el PP "evitará el separatismo de Cataluña" y logrará que "España siga liderando las reformas e impulsando el futuro de tantos españoles".

La diputada electa del PSOE por Asturias, Adriana Lastra, ve sin embargo difícil que se cumpla el deseo de Mercedes Fernández, al menos con los votos del PSOE.

"Nosotros nos presentamos con un proyecto que nada tiene que ver con el de Rajoy y no vamos a propiciar su investidura, votaremos siempre en contra", aseguró. En el caso de que el presidente en funciones no logre formar gobierno, añadió Lastra, "toca a la segunda fuerza intentarlo", lo que tampoco se presenta fácil, y que ha suscitado una fuerte división interna en el partido, con barones de peso, como el propio Javier Fernández, secretario general de la FSA, contrarios a alcanzar pactos con Podemos, sobre todo por la postura favorable de la formación morada a la celebración de un referendum en Cataluña.

Adriana Lastra recogerá el próximo lunes su acta de diputada en el Congreso, al que se incorporará, como el resto de los electos, el 13 de enero. La representante de Podemos por Asturias Sofía Castañón sí cuenta ya con su acreditación, que recogió el pasado día 4, mientras que ayer lo hizo el cabeza de lista de su partido, Pablo Iglesias, acompañado por la también diputada Irene Moreno.

Los diputados de Podemos acordaron asumir la limitación salarial que exige su formación a los representantes públicos (tres salarios mínimos, es decir, unos 1.900 euros), así como un límite de 850 euros de dietas de alojamiento a los parlamentarios que residan fuera de Madrid. "También reducirán al mínimo posible las prestaciones incluidas en la póliza de seguro de accidentes que aceptarán. Asimismo, los diputados deberán renunciar a las pensiones y otras prestaciones económicas para exparlamentarios, a la tarjeta de 3.000 euros para desplazamientos en taxi, a la remuneración de la línea de Internet que se ofrece a quienes vengan de otras provincias y deban disponer de un alojamiento en Madrid", enumera Podemos.

"Estoy ilusionada y decidida a afrontar este reto con la responsabilidad que el cargo conlleva', afirmó Castañón, que considera que "es importante que los cargos políticos no se separen de la ciudadanía y comprendan que estar al servicio de la misma pasa por vivir realidades similares".

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