La proximidad del final de la regulación antigua de los estudios de doctorado llevó en 2015 a la Universidad de Oviedo 150 tesis más que el año anterior. El número total de trabajos defendidos en la institución académica asturiana pasó de 233 en 2014 a 383 en el pasado ejercicio, casi un 65 por ciento más y subiendo a un ritmo que ascendió con particular intensidad en los últimos meses del año, que va siendo más alto cuanto más se acerca el 11 de febrero, el último día del plazo para la lectura de proyectos elaborados con arreglo a planes docentes anteriores al vigente. Según los cálculos del Vicerrectorado de Internacionalización y Posgrado, hasta esa fecha quedan aún pendientes de lectura entre cincuenta y sesenta tesis más. Sube la carga de trabajo, pero la Universidad está preparada para hacerle frente, afirma la vicerrectora Covadonga Betegón, que garantiza que "administrativamente no va a haber ningún problema" para atender a un incremento que además de la tarea ha necesitado elevar el presupuesto destinado al servicio, toda vez que los tribunales calificadores llevan adosado un gasto entre otras razones porque se costean los viajes de sus componentes.

Los doctorandos aceleran porque el 11 de febrero expira la moratoria de cinco años que en el decreto que cambió la regulación en 2011 se concedía a los estudiantes que hubieran comenzado sus estudios bajo planes anteriores. Quienes estando en esas circunstancias no presenten sus tesis en la fecha programada habrán de volver a iniciar el proceso según las condiciones del nuevo marco normativo.