La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ASTURAMA | Maternidad y escaños

Políticas y madres, difícil de conciliar

Sólo siete de las veinte diputadas de la Junta General tienen hijos, y piden a Bescansa (Podemos) que no se quede en el gesto

La Junta General del Principado cuenta con veinte diputadas. Entre todas tienen diez hijos. Ellos, los diputados, casi les triplican en la prole. La estadística puede ser entendida en clave anecdótica, pero tiene su fondo. Éste es un país donde ser madre requiere valor, mucha vocación y alta capacidad de equilibrio. La conciliación es una bonita palabra que choca de frente contra la realidad. No es evidentemente un problema exclusivo de la clase política; vale para cualquier estamento, para cualquier entorno, aunque unas lo tengan mucho más difícil que otras.

La diputada de Podemos Carolina Bescansa dio la campanada anteayer en el Congreso al asistir a la sesión constituyente con su bebé, Diego, de 6 meses. ¿Postureo o reivindicación? Ambos conceptos rivalizaron ayer en medios de comunicación y redes, pero no son incompatibles.

La diputada del grupo de Izquierda Unida en la Junta General del Principado Marta Pulgar firmó en 2007 en el hospital los documentos acreditativos de su acta de concejala del Ayuntamiento de Siero. "Había dado a luz unas horas antes. A la semana ya estaba presente en el Pleno de constitución del Ayuntamiento". Su hijo, de 8 años, le pregunta "por qué otras mamás trabajan menos que tú". En realidad no es que trabajen menos, es que la ausencia de la madre propia duele más que la ausencia de las ajenas.

De las veinte diputadas regionales, tan sólo siete son madres. La socialista Carmen Eva Pérez Ordieres lo es de dos chicas de 14 y 12 años. "Soy abogada y el día que nació mi primera hija me había pasado la mañana en el juzgado. Vivimos en una sociedad con unos horarios que no hay maternidad que los aguante. La verdadera noticia no es que una diputada como Bescansa vaya al Congreso con su hijo, sino que vaya un diputado con su bebé en brazos. Ésa sería la gran foto".

Carmen Pérez ni critica ni polemiza. "Sería injusto, pero nuestra actividad como mujeres políticas no puede quedarse reducida a gestos. No estamos en esta actividad para eso", en referencia a la visibilización mediática del hijo de la número tres de Podemos.

La diputada regional María Fe Gómez (PP) es madre de una joven de 19 y de un chico de 16. "Los tuve cuando no ejercía labores políticas. Estoy rodeada de mujeres que han decidido no tener hijos. Si no los tienes, no sientes su ausencia, y vivimos un tiempo en que una mujer se realiza de muy distintas maneras". Sobre Carolina Bescansa, la exconcejala de Cangas de Onís y portavoz popular de Igualdad en la Junta cree que actuó "con frivolidad. Ella tiene una oportunidad única de luchar desde su escaño, con seriedad y rigor, por aquello que defiende".

Las tres diputadas están de acuerdo en que en materia de conciliación queda mucho por hacer. "En España, los compañeros, salvo excepciones, asumen muy poca responsabilidad", apostilla Marta Pulgar.

Compartir el artículo

stats