Los asuntos de palacio van despacio. La renovación de la Mesa de la Junta, órgano de gobierno del Parlamento asturiano, estará aparcada hasta el mes de febrero, cuando se reanude el período de sesiones en la Junta General del Principado. La ausencia de uno de los miembros de la Mesa, Ignacio Prendes, no impide que ese órgano, formado por cinco miembros con derecho a voto, se reúna y tome decisiones. De hecho, esta misma semana ha celebrado una reunión.

Las elecciones generales del 20-D han alterado la composición tanto del Parlamento asturiano como de la Mesa de la Junta ya que tres diputados regionales resultaron elegidos para el Congreso, Susana López Ares (PP), Isidro Martínez Oblanca (Foro) e Ignacio Prendes (Ciudadanos), que, además, era secretario segundo del órgano de gobierno de la Junta General. El relevo del parlamentario de la formación naranja se hará esperar por varias razones. En primer lugar, la Junta Electoral Provincial todavía no ha enviado las credenciales a Rafael Alonso (PP), Carmen Fernández (Foro) y a Armando Fernández Bartolomé (Ciudadanos), integrantes de las listas que ahora corren un puesto para cubrir las tres vacantes de los diputados de la circunscripción de Asturias que han dado el salto al Congreso tras las elecciones generales del 20-D. La toma de posesión de los tres nuevos parlamentarios autonómicos lleva camino de materializarse cuando se reanude el período de sesiones, en febrero próximo, pese a que el PP ha reclamado máxima celeridad al presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, al que incluso planteó la celebración de una sesión extraordinaria.

La toma de posesión de los tres nuevos parlamentarios supondrá el paso previo para proceder a la votación del secretario primero de la Mesa de la Junta, el puesto que ha quedado vacante tras la marcha de Ignacio Prendes al Congreso donde, curiosamente, ha sido designado para un cargo similar tras las votaciones que tuvieron lugar el pasado miércoles en la Cámara Baja. La celebración de otra votación para cubrir ese puesto supondrá un nuevo test de estrés para el delicado equilibrio de fuerzas en el Parlamento asturiano. Cuando se constituyó la Junta General, el PSOE logró articular una mayoría suficiente, con los 22 votos de su grupo, IU y Ciudadanos, y la abstención de Podemos, que le permitió controlar la presidencia, la vicepresidencia primera y la secretaría primera. El PP se hizo entonces con una vicepresidencia, Podemos con la secretaría segunda y Foro quedó fuera de la Mesa pese a que tenía más votos que Ciudadanos.

La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, ha lamentado que la oposición no fuera capaz de evitar que el PSOE, con tan solo 14 diputados, se hiciera con el control del Gobierno y con la presidencia de la Junta, un puesto vital en el arbitraje y funcionamiento de la Cámara. La reciente constitución del Congreso de los Diputados y la elección del socialista Patxi López en una Cámara con mayoría del PP contrastan con la situación que se dio en Asturias. Las fuerzas del centro derecha albergan ahora alguna esperanza de que un candidato forista pueda hacerse con el puesto vacante de Prendes, para lo que sería necesario que Podemos variase su postura de abstenerse toda vez que han venido manteniendo que los puestos deben corresponderse con la representatividad de cada partido.