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Las carencias de la justicia asturiana

Acabar con las ratas y las humedades del TSJA, primer paso para mejorar la justicia

La prórroga presupuestaria deja en el aire el resto de obras en los Juzgados

Andamios en la fachada del palacio de Valdecarzana, en Oviedo. MIKI LÓPEZ

Las sedes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) están en obras. El Principado ha adjudicado las obras de mejora de los palacios de Camposagrado y Valdecarzana en Oviedo por un importe de 101.505 euros. Es el primer paso visible del plan de mejoras comprometidas por el Gobierno regional como respuesta a las demandas planteadas por la Sala de Gobierno del máximo órgano de la justicia asturiana, que el pasado mes de julio presentó un informe inédito denunciando que, salvo contadas excepciones, los edificios que albergan las sedes judiciales de la región "ni son dignos, ni funcionales". Las obras en el TSJA se prolongarán durante el primer trimestre del año.

El estado general de los palacios de Valdecarzana y Camposagrado de Oviedo era, en general, lamentable. La Sala de Gobierno del TSJA, sin entrar en detalles, indicaba en su informe que era "imprescindible rehabilitar las dependencias en general, y especialmente en lo relativo a ventanas, puertas y paredes, sobre todo aquellas que se encuentran deterioradas por humedades y filtraciones varias". Pero no sólo eso. En todas las esquinas de las dependencias judiciales del Alto Órgano Judicial hay colocadas permanentemente cajas con veneno para ratas. A eso hay que unir que el cableado de los despachos y de la oficina judicial está dispersos por el suelo, aunque en el documento se indica de manera escueta que en este sentido la situación es "bastante deficiente" y que "exige su revisión y acondicionamiento".

Las obras de mejora que se iniciaron tras las fiestas navideñas se centran en la intervención sobre las fachadas y puertas exteriores de ambos palacios. Fuentes del Principado explicaron escuetamente que se actuará sobre las cubiertas y los tejados, sustituyendo canalones y aleros, y reparando las buhardillas. También se limpiarán los lucernarios interiores y en el palacio de Valdecarzana se limpiará el patio interior, para eliminar las manchas de humedad.

Pero los problemas en los edificios del TSJA van más allá. La mala distribución interna tiene consecuencias. Por ejemplo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo se reparte entre Camposagrado y Valdecarzana, lo que obliga a los funcionarios a un continuo trasiego por la calle con expedientes, pruebas y documentos en un carrito de un edificio a otro. La mitad de la plantilla de magistrados tienen que compartir despacho, y no existe una sala de deliberaciones por lo que se tienen que hacer en una dependencia compartida y con sólo una antigua mesa, sin los medios adecuados para reproducir grabaciones de pruebas o ver expedientes electrónicos.

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