La recogida separada de papel/cartón, envases y vidrio a través del servicio que presta el Consorcio para la Gestión de Residuos de Asturias (Cogersa) aumentó más del 5 por ciento en 2015, año en el que alcanzó una media de 45,97 kilogramos por habitante y año, frente a los 43,76 de 2014.

En términos absolutos, los asturianos separaron en sus hogares y centros de trabajo 48.811.579 kilos de estos residuos, que depositaron en los 13.386 contenedores azules, amarillos y verdes que Cogersa gestiona en cooperación con los ayuntamientos, así como en los cubos del sistema puerta a puerta que funciona en la zona urbana del municipio de Oviedo.

Una vez trasladados a las instalaciones centrales del consorcio, en Serín, los residuos de los contenedores amarillos y azules son procesados en sendas plantas donde son clasificados por tipo material antes de ser enviados a los gestores autorizados para su transformación en recursos aptos para la fabricación de nuevos productos.

En 2015, se procesaron en la planta de papel y cartón 22.637,88 toneladas, y otras 10.476 toneladas en la de envases ligeros, informa el consorcio.

El vidrio recogido en los contenedores verdes pasa por un proceso mucho más sencillo, que consiste en el acopio y transbordo en una explanada de carga y descarga de camiones. En este punto se contabilizó en 2015 un total de 15.697 toneladas.

Estos resultados globales suponen que cada asturiano aportó a los contenedores de reciclaje una media de 21,32 kilos por habitante y año de papel/cartón, otros 9,87 de envases ligeros y 14,78 más de botes y botellas de vidrio.

Si se comparan estos resultados con los correspondientes al ejercicio 2014, se constata que el mayor incremento, de un 5,56 por ciento, se registró en lo recogido en el contenedor amarillo, seguido por el contenedor azul (5,57 %) y el iglú verde (3,99 %).

Los 9,87 kilogramos por habitante y año de envases ligeros son la cifra más alta alcanzada en Asturias desde que se puso en marcha el servicio, superado ya el descenso que se inició en 2011 a consecuencia de la contracción del consumo de las familias y de la actividad empresarial.

Este cambio de tendencia se repite en el caso de los envases de vidrio, que se equiparan con el dato histórico más alto registrado hasta el momento: los 14,78 kilos por habitante que hubo en 2011, justo antes de empezar a bajar por efecto de la crisis económica.

Con todo, la evaluación de los resultados de los últimos diez años demuestra que la recogida separada de las tres fracciones aumentó casi un 18 por ciento, al pasar de los 39 kilogramos por habitante que se registraban en 2006, hasta los 45,97 de 2015.