Francisco González, exalcalde de Cudillero, ha sido absuelto de un presunto delito de prevaricación por el que fue juzgado el pasado 27 de enero en Avilés. El motivo fue haber alcanzado un acuerdo con un funcionario que reclamó en el Juzgado el abono de 90.900 euros que le debía el Ayuntamiento para compensar su labor como interventor frente al salario que cobraba como administrativo. A la cifra se le sumaban los intereses por los años acumulados y la cifra ascendía a unos 120.000 euros. El pacto consistió en perdonar la deuda a cambio de un permiso retribuido de casi un año, hasta que el trabajador municipal llegase a la edad de jubilación por contrato relevo.

Francisco González, al igual que el funcionario y otros testigos, insistió en la vista oral en que la solución pactada no recibió ningún informe en contra advirtiendo de su ilegalidad, pese a que era público y conocido.

El exregidor mostró ayer su satisfacción por la sentencia en la que se declara su inocencia. "Esto confirma una vez más la sarta de mentiras y difamaciones a las que estoy sometido desde hace años, y que no han servido para solapar la verdad. No soy un corrupto y siempre obré de buena fe y tomé decisiones pensando en el bien del municipio y de sus vecinos. Se me ha sometido a un escarnio total, pero moriré siendo inocente".