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Los particulares que alquilan pisos a turistas dicen que dejarán de hacerlo si hay controles

Los propietarios que arriendan sus apartamentos aseguran que la norma que prepara el Principado hará caer el número de visitantes en la región

Ambiente en una calle de Llanes. PATRICIA MARTÍNEZ

El anuncio de que el Principado prepara una normativa para controlar la actividad de alquiler de viviendas particulares a turistas no ha sentado nada bien entre los propietarios, quienes aseguran que, en la mayor parte de los casos, solo obtienen dinero para ir pagando gastos de luz y agua, así como el mantenimiento de los apartamentos. Los más aguerridos consideran la normativa en ciernes como un injerencia de la administración que "coarta la iniciativa privada". Muchos aseguran que dejarán la actividad si comienzan a ponerles trabas y que eso tendrá un efecto automático sobre el número de visitantes, puesto que descenderá el número de plazas disponibles en localidades como Llanes, Luanco o Tapia de Casariego, por ejemplo.

"Si se pone muy crudo, dejaré de alquilarlo", asegura el propietario de un piso en Llanes, que alquila durante los meses de julio y agosto. Este propietario, residente fuera de Asturias, concretamente en el País Vasco, indica que él ya paga "religiosamente los impuestos por el piso" y que posiblemente una nueva normativa suponga más desembolsos. "En ese caso me plantearía dejar de ofertarlo", insistió. No tiene duda de que, con esos mayores controles, "se coarta la iniciativa privada". Y no tiene duda de que "algún 'lobby' hotelero" está detrás de la iniciativa.

Otro propietario, éste de Luanco, opta por la resignación. "Si hay que cumplir la normativa y pagar más impuestos, habrá que hacerlo, pero también hay que decir que nosotros no vivimos de esto, no es precisamente un gran negocio", indica. Simplemente, añade, "tratamos de recuperar los gastos que genera la vivienda a lo largo del año, como la luz, la comunidad, que no son precisamente cantidades pequeñas". E indica que, porque haya un registro de las viviendas particulares que se alquilan a turistas, y se controle administrativamente la actividad, como pretende el Principado, "no va a haber una mayor calidad en los apartamentos".

En el Occidente de la región abundan estos apartamentos, casas y pisos que se ofertan en vacaciones, sin tener la categoría de turísticos. "Me parece excesivo que se incrementen los controles", asegura el propietario de un apartamento en Tapia de Casariego. "Una cosa es la gente que explota habitualmente estos apartamentos, y otra cosa alquilar una vivienda a una familia una semana o dos por el verano, no puede considerarse una actividad profesional. Da para cubrir los gastos de la comunidad", sostiene. "Es un intervencionismo excesivo de la administración", añade.

Este mismo propietario apunta que, "si se ponen trabas a estos apartamentos, puede dejar de alquilarse y terminar perjudicando a localidades turísticas como Tapia, donde no hay una infraestructura turística ni capacidad hotelera suficiente para dar alojamiento a la gente que viene". Y se traduciría en una pérdida de visitantes, "lo que perjudica a cafeterías y otros negocios". No obstante, reconoció el punto de vista de la otra parte: "También entiendo que los hoteles lo consideren como una competencia desleal".

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