-La Administración propone una plantilla docente para el próximo curso en Asturias compuesta por 8.924 docentes. ¿Cuál es su conclusión?
-Es una propuesta que al fin marca un cambio de tendencia después de años de recortes terribles, y eso es positivo, pero nos resulta insuficiente. El año pasado la plantilla se mantuvo gracias al nuevo decreto de orientación educativa y algo en FP, pero siguió bajando en Primaria y en Secundaria.
-¿Espera cambios en la reunión de hoy?
-Pocos. Los sindicatos presentamos muchas alegaciones y en Educación nos dijeron que tan sólo en cinco casos se lo iban a pensar. Son casos en los que los centros educativos piden que no se suprima a algún profesor o solicitan un solo docente. Reivindicaciones muy modestas.
Administración y sindicatos docentes se reúnen hoy en lo que será la última mesa de negociación de plantillas. Emma Rodríguez es la presidenta de la Junta de Personal Docente, aunque la citada negociación de plantillas se hace directamente entre la Consejería y cuatro de los sindicatos de esa Junta de Personal, los de mayor representación.
-La parte sindical critica un nuevo calendario de vértigo.
-El viernes tuvimos una primera reunión, el lunes una mesa técnica y ahora la reunión definitiva. Nos molesta lo apresurado del proceso, y más teniendo en cuenta que coincide con las fiestas de Carnaval y con días no lectivos en algunos centros. No hemos podido ni ponernos en contacto con los colegios e institutos y todo ello va en detrimento de la calidad de la negociación. Una vez más las prisas se imponen.
-¿Y 8.924 docentes en la red pública asturiana son suficientes?
-Estamos muy lejos de compensar el proceso tras tantos años de recortes. Pero no es sólo el número. La segunda cuestión es que no se respetan los acuerdos firmados en su día en Primaria y en Secundaria. Hay montones de casos, por ejemplo, en que la tutoría de Primaria no está en manos de un especialista.
-Son 203 profesores más que la plantilla del curso actual.
-Lo que pasa es que las condiciones laborales fueron decayendo desde el inicio de los recortes. En Secundaria seguimos con las veinte horas lectivas a la semana y me temo que la administración educativa asturiana ni se plantea hacer algo al respecto. El aumento de carga lectiva fue un batacazo muy grande.
-Pero los centros funcionan. Y en líneas generales, razonablemente bien.
-A costa de un sobreesfuerzo de los docentes. Es algo que reconoce todo el mundo, incluso la Administración. Es verdad que se logran mantener planes y proyectos, pero si se hace a base de que mucha gente esté asfixiada está claro que no es una situación que se pueda mantener a largo plazo. No es sostenible.
-¿Mejor con esta administración educativa?
-Es pronto para juzgar. En materia de fluidez en las relaciones hay mucho camino aún por recorrer. Yo creo que todos los sindicatos valoran que el nuevo Consejero se haya comprometido a un cambio sustancial en el desarrollo de las próximas oposiciones docentes.
-Más de 400 plazas. No se quejarán...
-Pero venimos de recortes enormes. Es bueno que vayan a atender viejas reivindicaciones y que aborden nuevos procedimientos porque las últimas oposiciones en Infantil y Primaria fueron un cúmulo de errores.
-¿Por qué salieron tan mal?
-Hubo muchas circunstancias, comenzando por un sistema de oposiciones que era nuevo, con carácter eliminatorio y más pruebas. El fracaso queda patente cuando comprobamos que candidatos con más nota se quedaron sin plaza en beneficio de gente que sacó peores resultados. No me extraña que todo el proceso haya acabado en los tribunales.
-Le recuerdo sus palabras en LA NUEVA ESPAÑA hace ahora un año: en Asturias hay un doble juego. Mucha crítica a la LOMCE pero el Principado la cumple a rajatabla.
-Las suscribo cien por cien. En muchos institutos se está pidiendo una moratoria en la aplicación de la ley, pero Educación ya dijo que seguiría con ella. La aplicación en Asturias se está haciendo al pie de la letra.
-Asturias presentó recurso ante el Supremo contra las reválidas de Primaria.
-Hay mucha incertidumbre. Lo que sé es que estamos organizando plantillas en función de una ley que no tiene mucho futuro. La Mesa del Congreso aprobó dos proposiciones sobre la LOMCE. Una, para derogarla; otra, para una demora en el calendario de aplicación, y con la actual composición del Parlamento, parece que hay posibilidades de que salgan adelante. Hay que plantearse parar el carro y no seguir avanzando como si aquí en Asturias estuviéramos encantados con la ley.
