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Dos investigados por el fuego que arrasó 2.500 hectáreas entre Boal y El Franco

Los sospechosos, que son padre e hijo, ya han declarado ante la Guardia Civil y lo harán próximamente en el Juzgado de Luarca

El pavoroso incendio que arrasó 2.500 hectáreas entre Boal y El Franco. ARCHIVO

La Guardia Civil ha tomado declaración como investigados a dos vecinos del concejo de Boal en relación con el incendio que arrasó alrededor de 2.500 hectáreas desde la aldea boalesa de Brañalibrel hasta la costa de El Franco, el pasado 19 de diciembre. Fue de lejos el peor de los incendios registrados durante la ola de fuego que destruyó más de diez mil hectáreas en la región a finales del año pasado. Los sospechosos de este pavoroso incendio, que destruyó varias edificaciones, son un padre y su hijo, según indicaron fuentes cercanas a la investigación. Próximamente, los dos implicados tendrán que declarar ante del Juzgado de Luarca.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la Unidad Central Operativa Medioambiental (Ucoma), ambas de la Guardia Civil, llegaron a los sospechosos después de interrogar a los vecinos de la localidad de Brañalibrel (apenas diez casas, alguna de ellas deshabitada), el pasado 22 de diciembre. Ya entonces, los vecinos señalaron que la lengua de fuego que se propagó desde la aldea boalesa hasta la costa se había iniciado sobre los rescoldos de un fuego apagado unos días antes, el 16 de diciembre.

Una vecina de ese pequeño núcleo, Sonia Pérez, indicó por aquellas fechas a LA NUEVA ESPAÑA que se percató de las llamas de ese primer incendio hacia las cuatro de la tarde, y que el fuego fue sofocado por los Bomberos del SEPA, que movilizaron un helicóptero. "Lo que sucedió el sábado (19 de diciembre), seguramente, es que se reavivaron los restos que quedaban del miércoles (16 de diciembre)", explicó Pérez.

Aunque el incendio afectó a otras localidades boalesas, como Ouria y Vega de Ouria, este fuego iniciado en Brañalibrel dañó sobre todo al concejo de El Franco. Las llamas destruyeron 3.500 hectáreas en este pequeño municipio del Occidente durante la ola de incendios.

En relación a la ola de incendios (hasta 459 se registraron) que asoló la región el pasado mes de diciembre, destruyendo una superficie similar a la del concejo de Cudillero, se han producido otras detenciones. El 20 de diciembre fue arrestado C. F. A., ovetense de 29 años, por un incendio que afectó al monte Corolla, en la parroquia maliayesa de Celada, donde el detenido tenía ganado. Él mismo llamó al servicio de emergencias. La Guardia Civil cree que la causa más probable fue una colilla o la quema de rastrojos.

También fue detenido un vecino de Peñamellera Baja de 36 años por un fuego en el pico Jana, ocurrido el pasado 30 de diciembre. Otro peñamellerano, un ganadero de cabras de 31 años, fue arrestado unos días antes como presunto autor de uno de los incendios que el 19 de diciembre arrasó más de 2.000 hectáreas de monte en Riega de Estragüeña, en el concejo de Peñarrubia (Cantabria).

La ola de fuego se cobró el pasado 23 de diciembre una víctima mortal: el piloto José Antonio Rodríguez, madrileño de 49 años, residente en Menorca, fallecido al estrellarse mientras apagaba un incendio en la Cuesta de Parres.

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