La gripe tiene despistados a los expertos. Ahora parece que, con la llegada del frío, la epidemia ha arreciado. La incidencia ha vuelto a aumentar en Asturias, hasta situar la tasa en el punto más alto de la temporada: 305 infectados por cada 100.000 habitantes (algo más de 3.000 casos). Ha crecido en todos los grupos de edad, aunque el aumento es menos significativo entre los mayores de 64 años, según datos de la Red de Médicos Centinela de Asturias. La Consejería de Sanidad explica que continúa la fase de ascenso de la onda epidémica, pese a que se han estabilizado los aislamientos de virus gripales.