La anterior dirección regional optó por el silencio el día después de que la actual presidenta, Mercedes Fernández, pusiera al descubierto que se había encontrado con un caos en la contabilidad a su llegada al PP asturiano, en el año 2012.
Los principales dirigentes populares de la anterior etapa, Ovidio Sánchez y Fernando Goñi, evitaron ayer entrar en valoraciones sobre las críticas que Mercedes Fernández formuló ante la juez de Lugo, Pilar de Lara, a la situación de las cuentas del PP asturiano. Unas cuentas que eran objeto de auditorías periódicas por parte de la dirección nacional del partido, con sede en la madrileña calle de Génova, según precisaron fuentes del entorno de la anterior cúpula. En la misma línea argumental, añaden que esa contabilidad ha sido objeto de una doble auditoría, la interna del PP y la que luego realiza el Tribunal de Cuentas.
Los reparos de Mercedes Fernández a la gestión de la contabilidad de la etapa anterior eran conocidos filas adentro del PP asturiano pues la actual presidenta había revelado en alguna reunión de carácter interno su malestar por la existencia de alguna factura pendiente de pago. Cuando se produjo el relevo al frente del PP asturiano, el partido tenía varias cuentas bancarias que sumaban más de 800.000 euros.
Relevo en la gerencia
Mercedes Fernández tras asumir la dirección del partido nombró dos tesoreras: Dolores Martino en el partido y la diputada Emma Ramos en el Grupo Parlamentario. Hace unos meses, la presidenta regional decidió llevar a cabo un nuevo y relevante cambio en el área económica, al sustituir a la gerente María Millán, que había sido secretaria de Isidro Fernández Rozada, por Gonzalo Cobián, un auditor que hasta entonces había trabajado en la Sindicatura de Cuentas del Principado, un órgano al que estuvo ligada como síndica Mercedes Fernández desde su puesta en funcionamiento, en abril de 2005, hasta octubre de 2011 cuando regresó a la política tras ser designada cabeza de lista por Asturias para las elecciones generales de ese mismo año.
