La actual alcaldesa de Barcelona ha repudiado "muy educadamente" la presencia de un stand del Ejército español en el Salón de la Enseñanza, celebrado en Barcelona recientemente, comunicándoles a unos mandos militares la resolución del Pleno del Ayuntamiento de Barcelona de "separar lo civil de lo militar". Vale.

No soy militar ni militarista. Hice el servicio militar, obligatorio, en las antes llamadas "milicias universitarias": dos veranos en campamentos y cuatro meses de prácticas en cuartel, y puedo dar testimonio de la labor formativa del Ejército en muchos casos a personas sin formación elemental alguna. Ahora se ha modernizado, es voluntario, y también ofrece posibilidades de formación y progresión profesional en varias áreas y niveles.

Creo que Colau no merece tanto espacio para decirle que el Ejército, además de cumplir misiones puramente militares, está cumpliendo misiones de carácter civil y humanitario en España y en otras partes del mundo.

Por último, recordarle a Colau que si en Barcelona o Cataluña fuese necesaria (Dios no lo quiera) la intervención del Ejército o de la UME (Unidad Militar de Emergencias) para actuar en catástrofes "civiles" como incendios, inundaciones, rescates de heridos, etcétera, se acuerde de lo aprobado por su Ayuntamiento: cada uno por su lado, separación de funciones, y que se busque la vida con sus colegas. En su organigrama creo que cuenta con una especialista en "riesgos callejeros", Águeda Bañón.

Me parece que me he excedido en explicarle algo que no merece extenderse tanto, y le aclaro que la causa de no anteponer tratamiento a su apellido es que desconozco su titulación académica (creo que le faltan algunas asignaturas para terminar la licenciatura en Filosofía), su estado civil, etcétera, y que también desconozco el tratamiento que debe dársele por su condición de alcaldesa de Barcelona: ¿excelentísima, honorable, señora, doña?