La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Al rescate de las Cuencas

El plan del área metropolitana alerta de un "profundo desequilibrio" entre las comarcas mineras y las grandes urbes asturianas

La escombrera de Villallana, en Lena. J. R. SILVEIRA

El creciente riesgo de desconexión de los territorios mineros del Nalón y del Caudal respecto al resto de comarcas del eje metropolitano es uno de los principales retos para consolidar un área central de Asturias equilibrada en términos demográficos y económicos. El borrador de directrices subregionales con las que el Principado pretende ordenar este espacio incluye una serie de medidas específicas para evitar que las Cuencas queden definitivamente relegadas, a la vista de que su evolución diferenciada en términos socioeconómicos ya ha generado un "profundo desequilibrio territorial", agudizado por las "amenazas e incertidumbres" sobre el sector del carbón.

Generar unos entornos urbanos que sean atractivos para vivir, trabajar y crear actividad económica; llevar a cabo políticas de regeneración urbana sobre espacios degradados y áreas industriales abandonadas, o abordar planes de regeneración paisajística que tengan en cuenta el "rico patrimonio cultural e industrial" de las comarcas mineras son algunas de las pautas que marcan los redactores del documento para evitar que las Cuencas se descuelguen y que se haga realidad un "irreversible desequilibrio" del eje metropolitano.

Conexión ferroviaria

El plan del Principado incide también en la necesidad de reforzar la vinculación de las ciudades del área central con los valles mineros mediante la "modernización" del transporte ferroviario, culminando actuaciones en marcha como el soterramiento de las vías de la antigua Feve en Langreo. En términos urbanísticos, aboga por un enfoque supramunicipal del planeamiento. El objetivo pasa por consolidar los valles del Nalón y del Caudal como "auténticas ciudades lineales", incrementando su cohesión interna y el valor territorial de unas comarcas en las que conviven entornos urbanos con otros regenerados de la tradición minera y con grandes valores naturales en las zonas situadas a mayor altitud.

Entre las recomendaciones de los expertos también se incluye la "conveniencia" de que los planes urbanísticos y territoriales faciliten la implantación de actividades industriales y del sector terciario tanto en el Caudal como en el eje urbano del Nalón.

La tradición industrial y el potencial de acogida de nuevos proyectos es una de las principales fortalezas que tienen las comarcas mineras para evitar esa desconexión con el resto de territorios del área central que hoy presentan una mayor pujanza económica y social. En estos momentos, Langreo tiene terreno industrial disponible en los polígonos industriales de La Moral, Valnalón, El Cadavíu y Modesta. Mieres, por su lado, ofrece a las empresas parcelas en las áreas de Baíña y Reicastro, mientras que Lena tiene solares libres en la de Villallana, Morcín en el polígono de Argame y San Martín del Rey Aurelio en el de Florida.

Compartir el artículo

stats