En el alto de El Caleyu, justo antes de empezar el descenso hacia Oviedo por la Autovía de la Plata, "caen" 54 conductores al día, más de dos cada hora. A la orilla de la calzada por la que se circula en dirección a la capital del Principado, en un tramo limitado a noventa, está el radar que el año pasado puso más multas por exceso de velocidad en Asturias, casi 20.000 en el total anual, más de trece veces más que en 2014 para ilustrar el ascenso disparado que estas sanciones experimentaron en la región en 2015. La actividad de los cinemómetros se multiplicó en el Principado a toda velocidad, creciendo un 151 por ciento en la evolución de las 44.145 denuncias de 2014 a las 110.998 de 2015 y desbocándose tanto que Asturias fue la segunda autonomía de España con un incremento más pronunciado.
A la luz de los datos recopilados por el colectivo Automovilistas Europeos Asociados, la comparación interanual apunta al alza en todas las comunidades salvo en Canarias y Valencia, pero sólo en Cantabria las sanciones crecieron más que en Asturias. El ritmo medio de avance de la denuncia por exceso de velocidad en las carreteras asturianas alcanzó el año pasado, a la vista de estos indicios, las 304 al día, más de doce cada hora, bastante más del doble en todo caso que en el recuento final del año anterior. La tendencia apuntada por la asociación de conductores avanza que las multas han progresado en la región muy por encima de la media nacional -del 33 por ciento- y que también aquí hay una abrumadora mayoría de ellas en autopistas y autovías, allí donde está instalada la mayor parte de los radares.
No hay ninguno asturiano entre los 25 más activos de España, pero tampoco está el primero de los asturianos muy lejos del vigésimo quinto del país en cuanto al número de conductores cazados en 2015. En el recuento de las carreteras asturianas, por detrás del dispositivo de El Caleyu viene otro clásico de las multas por exceso de velocidad, el del acceso a Gijón desde la "Y" por la Avenida de Portugal, a la altura de Tremañes, justo a continuación de una brusca disminución del límite de velocidad, que pasa en unos pocos kilómetros del máximo propio de autopista -120 por hora- al de la zona urbana -50-. A la lista de las "trampas" principales de la red viaria se incorpora este año, con un ritmo apreciable de más de 12.000 multas en un año, de mil al mes o 33 al día, un dispositivo de control situado en el pronunciado descenso final de la Autopista del Huerna hacia Campomanes, mientras que el radar que más multaba en 2014, el de la "Y" unos kilómetros antes del "nudo" de Serín para quien circula desde Oviedo, pasó el año pasado al cuarto puesto, pero también con un notable incremento de las denuncias. Las más de 7.000 de 2015 rebasan en algo menos de 1.500 las del ejercicio anterior.
Concentración en la "Y"
Continúa siendo la "Y", cierto que con menos intensidad que en 2014, la vía con más acumulación de radares propensos a dar disgustos a los conductores. En la vía que comunica Oviedo, Gijón y Avilés y en sus ramificaciones están cuatro de los seis cinemómetros que más trabajaron el pasado año: además de los dos citados, uno que vigila al final del viaducto de Somonte en sentido Gijón y otro que acecha a la altura de Paredes (Siero), justo después de rebasar, por la calzada en dirección a Oviedo, el enlace con la autovía a Villaviciosa y el acceso al centro comercial Parque Principado.
La concentración de los radares, y por tanto la de los radares activos, se ciñe sobre todo a las vías de alta capacidad. Para encontrar entre los que más multan de Asturias el primero situado fuera de autopista o autovía es necesario descender hasta el undécimo dispositivo con más sanciones en 2015. Está en la N-634, a la salida de Arriondas en dirección a Ribadesella. Es esta carretera, la antigua de Santander, la vía convencional que más radares acumula entre los más inclinados a la multa por exceso de velocidad.
