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Los universitarios piden la palabra

Modernizar la institución, mejorar la interlocución con el alumnado y reducir tasas, deberes para los rectorables

Por la izquierda, María González, Sara Cambarros, Miguel Ángel Fernández, Jorge Fernández Iglesias, José López, Daniel Ares, Santiago Morales, Fernando Delgado y Xuan García. CHRISTIAN VÁZQUEZ

La comunidad universitaria elige rector el próximo 21 de abril, un proceso que ha generado un movimiento estudiantil, a modo de referéndum, para conformar las propuestas del alumnado al nuevo gobierno. Con el documento final ya cerrado, LA NUEVA ESPAÑA reunió esta semana a una decena de universitarios de diferentes facultades para pulsar el sentir de este sector ante las próximas elecciones al Rectorado. La mayoría coincide en que el nuevo gobernante de la Universidad debería escucharles más, potenciar la capacidad investigadora de la institución, reducir el "mercantilismo" y apostar por una enseñanza "más universal". Echan de menos una mayor implicación de aquellos docentes a los que "no les gusta Bolonia" y exigen un compromiso por escrito con las que, consideran, son sus demandas históricas: tasas, becas y mejorar la norma de permanencia actual, además de la ponderación de su representación actual en los órganos de decisión.

Diagnóstico. Arroja luces y sombras. Daniel Ares, estudiante de Derecho y miembro de la asociación Ovimun, organizadora de la simulación del modelo de Naciones Unidas en Asturias, valora que se mantenga el espíritu de la Universidad como "foro de debate y opiniones diversas" pero avisa de que ésta "no debe convertirse en una fábrica de futuros empleados" sino "formar personas". Jorge Fernández Iglesias, alumno de Medicina y presidente del Consejo de Estudiantes, insta a que "las mujeres ocupen el puesto que les corresponde" también en la Universidad donde tradicionalmente han sido relegadas. Un argumento al que añade: ¿por qué no una rectora? A su juicio, la Universidad es un ámbito para "conocer a personas muy interesantes" aunque Aida Saiz, graduada en Turismo, estudiante de ADE y Protocolo y miembro de la organización del último evento TEDx, pide a la institución "que deje de matar nuestra creatividad". Eso sí, reconoce que "hay intención de cambio". Fernando Delgado, miembro de la Sociedad Asturiana de Debate que ha pasado por la Politécnica de Gijón y la Escuela de Informática de Oviedo aprecia un importante movimiento del alumnado "que hace que la Universidad también se mueva" pero al mismo tiempo urge un proceso de "modernización". Francisco Suárez, de Relaciones Laborales, ve "capacidad" pero coincide en el diagnóstico de la Universidad como "un enorme dinosaurio que no se supo adaptar a los tiempos". Con todas las deficiencias, Sara Cambarros, de Psicología, opina que "salimos con una buena formación". ¿Lo malo? Que todavía los gestores no han puesto al estudiante en el punto de mira de su gestión.

Las propuestas de los rectorables. El análisis, a vuelapluma, de Xuan García, estudiante de Derecho y presidente de la Sociedad Asturiana de Debate, que ha podido seguir las presentaciones de los cuatro candidatos en su Facultad, es que "normalmente a los estudiantes se nos ve como objeto pasivo de las políticas del rector". José López, de Biología, advierte que "no importa lo que digan" en campaña "sino lo que van a hacer cuando lleguen, y que lo cumplan". María González estudia en la Politécnica de Mieres y pide compromisos "por escrito". En su caso, el transporte universitario es una mejora necesaria y fundamental. "Ir de Avilés a Mieres se convierte en una odisea", apunta. "En universidades iberoamericanas", explica Fernando Delgado, "el peso de los estudiantes llega al 50%". "Aquí no importamos, porque somos el 25% de los votos, frente al 65% del profesorado", añade Jorge Fernández. Unos y otros coinciden en la necesidad de revisar los criterios actuales de representación. Tanto en las elecciones como en el claustro. "Hay que intentar presionar para aumentar nuestra representación", concluyen antes de advertir de que "el claustro, como órgano de debate, está muerto".

Bolonia. Santiago Morales, de Derecho, pide un giro en las clases "para hacerlas menos monótonas, con vídeos o incorporando debates", plantea. "En la Universidad nos comen los tiempos", reconoce Francisco Suárez, de Relaciones Laborales. A Fernando Delgado las convalidaciones y adaptaciones le generaron "muchos problemas" en Informática mientras Xuan García cree que la transición se ha hecho "como españoles que somos. Y a los profesores no les gusta Bolonia; ocurre en más de una facultad". En Escocia, por ejemplo, el primer año en la Universidad es gratuito. "Ahí tienes oportunidad de equivocarte; yo estaba entre Filología y Derecho, suerte que acerté porque si no eran 1.033 euros más", reflexiona. Daniel Ares cree que en la Universidad de Oviedo la implantación del nuevo modelo ha sido "un desastre", principalmente por la reducción de temarios anuales a cuatrimestrales y por el encarecimiento de los estudios de posgrados. "Yo pago el doble por los créditos en el máster profesionalizante que no impusieron en Psicología", informa Sara Cambarros.

Régimen de permanencia. Una de las luchas más recientes del movimiento estudiantil en la Universidad de Oviedo ofrece diferentes puntos de vista. "Cae de cajón que debe modificarse", reclama José López, matizado por Xuan García: "se puede mirar o flexibilizar". Para Jorge Fernández, de Medicina, la pérdida de estudiantes en los últimos cinco años tiene relación con este asunto. Una análisis en el que coincide con Francisco Suárez, de Relaciones Laborales: "Hay gente que se pasó a FP porque creen que van a tener mejor futuro". En más del 50% de los casos, apunta Miguel Ángel Fernández, de Medicina, "están actuando mal" en la aplicación de la norma. "No es tan utópico no tener reglamento", sugiere mientras Aida Saiz plantea que "se debería estudiar cada caso de forma individual" porque la normativa actual "es bastante inflexible".

Relaciones con el Principado. "Se perdieron 40 millones desde 2010", avisa Jorge Fernández sobre el principal nexo de la Administración autonómica con la Universidad: la financiación. Miguel Ángel Fernández cree que los planteamientos del equipo actual han sido "muy moderados". A Xuan García le gustaría que se mejorasen las "tensas" relaciones entre Universidad y Principado.

El mensaje de Aida Saiz es que "la Universidad no debe estar politizada. Un rector debe ser más global". José López, de Biología, cree que el equipo rectoral "debe marcarse más" al reclamar financiación. "A veces no conocen las demandas de los estudiantes", protesta Francisco Suárez. Al final, "el rumbo de la Universidad lo toma la dirección general de Universidades en Asturias y en Madrid", concluye el presidente de la Sociedad Asturiana de Debate. Aida Saiz hace autocrítica: "En parte es culpa también de los estudiantes. A veces no nos preocupamos hasta no que no nos tocan nuestros derechos".

Tasas y becas. Jorge Fernández no ve justificado el incremento de tasas en grados y másteres. "Parece más una institución concertada", lamenta. "La Universidad está como la tratan y ahora la están maltratando", prosigue. Miguel Fernández destaca las dificultades para acceder a una beca a menos que estés en un cierto nivel de excelencia. "Los profesores se han convertido en víctimas de una reforma que se implantó a coste menos un cuarto; hay menos dinero", añade el presidente del Consejo de Estudiantes. María González, de Minas, es tajante: "Hoy el acceso a la Universidad no está garantizado". Y a muchos, sugiere José López, "la reducción de las becas les impide plantearse unos estudios universitarios". El diagnóstico final lo hace Sara Cambarros: "Bolonia se implantó con criterios económicos", que repercuten sobre el estudiante.

Infraestructuras. Fernando Delgado juzga un "despropósito" la inversión en la zona de encuentro entre los aularios Norte y Sur en Gijón . En Medicina Miguel Fernández no ve óptimo el aprovechamiento de espacios del HUCA. "Tardas más yendo de El Cristo al nuevo hospital que de El Cristo a Gijón", apunta como ejemplo de las malas comunicaciones. "En Biología el Aula Magna tiene goteras y faltan espacios de estudio", sostiene José López. Miguel Fernández recuerda los problemas con la calefacción. Y María González recalca el esfuerzo que realizan a diario profesores y alumnos por llegar a Mieres. Considera que existe interés en el alumnado por implicarse en la vida universitaria "pero es imposible juntarnos por los horarios". "Nos condenan a los bares", dice su compañero en las asambleas de estudiantes José López. Daniel Ares, más positivo, valora "la participación estudiantil a pesar de Bolonia; con la carga lectiva actual tiene doble mérito".

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