"En la Universidad española nos tratan como si fuésemos al instituto". Lo dicen los estudiantes "erasmus" de treinta países, que ayer participaron en el "International Day", una actividad organizada por la Universidad de Oviedo para facilitar el encuentro entre jóvenes de diferentes nacionalidades. Los alumnos extranjeros aseguran que el sistema educativo que se aplica en las aulas españolas se acerca más al de Secundaria de sus países de origen.

"El modelo de Finlandia es más independiente. Es decir, allí no tenemos al profesor encima de nosotros como en el colegio. Nos dejan organizar el estudio como nosotros queramos", explican Jenni Mäkelä y Sini Arnkil, estudiantes de Economía y Derecho respectivamente. "Aquí los jóvenes no tienen vida. Todas las semanas tienen que presentar un trabajo y los profesores les dicen: 'Esto tiene que ser así, así y así'. No creo que eso les beneficie en un futuro", agrega la belga Naomi Cotteleer, que se prepara para ser abogada.

Otra diferencia sustancial entre España y el resto del mundo es la especialización. "Nosotros vemos que aquí todas las asignaturas están relacionadas con el mismo campo. En Japón, sin embargo, adquirimos un conocimiento sintetizado de todo para adaptarnos a la sociedad", opinan Kai Shimazn y Shunsuke Ahai, naturales de Osaka, la tercera ciudad más grande del país asiático. Y se explican: "En la Universidad de allí, aunque estemos haciendo una determinada carrera, al final estudias de todo. Turismo, lingüística, economía... Eso te permite salir de las aulas con una visión global de todo lo que nos rodea". Shimazn y Ahai llevaron ayer al edificio histórico de la Universidad de Oviedo una pequeña muestra de comida, que triunfó entre los asistentes: arroz acompañado de carne hervida con cebolla.

Como puntos positivos, los "erasmus" en Asturias destacan la cercanía con los docentes y los compañeros. "Yo en Alemania es raro que coincida con los mismos estudiantes todos los días. Vamos rotando. Además, allí las clases son más grandes y casi no puedes hablar con el profesor. En España, ese contacto es más fácil", afirman las alemanas Alexandra Bartelt y Beke Vogelsang. "Sí, es más familiar. Y eso me gusta, porque en Bélgica hay mucha distancia entre alumno y maestro. Casi no te conocen y te tratan como un número", apunta Naomi Cotteleer. Asimismo, los extranjeros valoran que en España se den más prácticas que clases teóricas.

Al "International Day" de ayer también asistieron representantes ovetenses de la Asociación de los Estados Generales de Estudiantes de Europa, una de las organizaciones de estudiantes más grandes de Europa. Durante la jornada, Marta Cadenas, Gerardo García, Álvaro Alemay y Alfonso Becerra se encargaron de captar asturianos no sólo para el programa "erasmus", sino para otros relacionados con la educación no formal, como los intercambios que hacen cada verano con 75 países para conocer sus culturas. "Cada vez somos más. Este año se marcharán unos 70 y recibiremos a unos 25. Los españoles son siempre los que más se animan a salir", comentan. Los que se atreven a viajar a Asturias conocen una España diferente. "Siempre intentamos enseñarlas que en nuestro país no todo es playa, sol y flamenco. Aquí tenemos gaitas, sidra, naturaleza y el Xiringüelu", concluyen entre risas los ovetenses.