El propietario y la encargada de un local de copas de la calle Mon de Oviedo, acusados de vender "gas de la risa" a sus clientes, negaron ayer en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo que la actividad por la que la Fiscalía les pide dos años de cárcel a cada uno sea en realidad un delito. Según señaló en la vista el letrado de los acusados, Ricardo Álvarez Buylla, "no está probado que se requiera de autorización para dispensar óxido nitroso, y los daños que se pudiese producir este gas se deben a un mal uso por parte de los usuarios, por tanto los hechos no son constitutivos de delito". El ministerio público mantuvo no obstante su petición de dos años de cárcel para cada uno de los acusados, así como que se les inhabilite para la actividad mercantil por dos años y se les impongan 4.050 euros de multa.