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Los rostros de la noticia | Asturama

Más humos de cigarrillo electrónico

Asturias es la comunidad autónoma que menos riesgos ve en el consumo de este dispositivo: el 81% de la población cree que no es perjudicial para la salud

María Rodríguez con un cigarrillo electrónico. MARIA GÓMEZ/ RICARDO SOLÍS

El cigarrillo electrónico sube puestos en el sector del tabaco. Las empresas especializadas en la comercialización de estos dispositivos constatan un incremento en las ventas de la región. María Rodríguez, responsable de una tienda ovetense, asegura que cada día suma de media dos nuevos "vapeadores". En este repunte influye la buena percepción que los asturianos tienen de los e-cigarros. El último barómetro sanitario, realizado por el Ministerio y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), revela que el 81% de la población cree que no son perjudiciales para la salud. Se tratan de los datos más benignos de España, pues en el resto de comunidades -por ejemplo, Cataluña, Andalucía y Extremadura-, más de un 50% de los ciudadanos consideran que los cigarrillos electrónicos son peores que los pitillos tradicionales.

Esta estadística sale a la luz en un momento en el que la Unión Europea pretende aumentar su presión sobre los fumadores para minimizar el consumo de nicotina. A partir del jueves, las empresas del sector estarán obligadas a cubrir dos tercios del envoltorio de las cajetillas con mensajes de advertencia sobre los riesgos de fumar y sobre la presencia de más de setenta sustancias. Asimismo desaparecerán las líneas de venta de sabores, poco comunes en España, pero habitual en otros países, donde se consumen con toques de chocolate, vainilla o fresa. La nueva directiva comunitaria también reduce el uso del cigarrillo electrónico, estableciendo un límite máximo de 20 miligramos de nicotina por unidad, además de incorporar advertencias de seguridad específicas.

En Asturias, la "guerra" entre estancos y negocios de venta de cigarrillos electrónicos continúa. Mientras que los primeros achacan los resultados de la estadística nacional a una "falta de información", los segundos consideran "muy positivo" que sólo el 29% de los ciudadanos aprecien un riesgo en estos dispositivos. "Es un desconocimiento total; todavía no sabemos los efectos que pueden tener para la salud a largo plazo. Aportan igualmente nicotina sintética y además llena de vapor de agua los pulmones", sostiene Carmen González, del estanco Cava Salan.

A su juicio, es un "error" utilizar el cigarrillo electrónico para dejar de fumar y asegura que su demanda ha caído en picado en los últimos años. "Va a acabar desapareciendo. No sólo por los riesgos, sino también por su precio. Los más baratos cuestan 30 euros. Y a ello hay que sumar el mantenimiento, que es bastante costoso", explica. Su opinión es compartida por la responsable de una expendeduría de San Lázaro, en Oviedo, que prefiere mantener su anonimato: "Del tabaco ya se conocen perfectamente cuáles son los aditivos que causan daños. Sin embargo, de estos cigarrillos se sabe muy poco. Está todo como en el aire".

Por contra, María García, de la tienda La Máquina del Vapor, hace una radiografía totalmente opuesta del sector. Según explica, la demanda en Asturias aumentó "muchísimo" desde el pasado mes de septiembre. "Se ve que se va corriendo la voz y en cuanto uno lo prueba y ve sus beneficios, se lo dice a amigos y familiares", comenta García, que habla por experiencia propia. "Yo antes fumaba un paquete y pico, me pasé al cigarrillo de vapor y lo acabé dejando. Ahora no toco ni un pitillo", afirma.

La empresaria ovetense lamenta que la "mala publicidad" haya castigado de forma notable al sector. Prueba de ello fue el "boom" en 2013 de este tipo de negocios, y el cierre de la mayoría de ellos en años posteriores. Esa información, ya sea para bien o para mal, juega un papel clave en la opinión de los españoles, según indica el estudio del Ministerio de Sanidad, que consistió en la realización de 7.800 encuestas en todo el país.

En lo referente al Principado, que ve con bastantes buenos ojos el cigarrillo electrónico en comparación con otras regiones, el neumólogo Manuel Ángel Martínez, especialista del Hospital San Agustín de Avilés y presidente de la Sociedad Asturiana de Neumología y Cirugía Torácica (Asturpar), califica los datos de "sorprendentes" por lo "beligerante que es Sanidad" con esta técnica para fumar. No obstante, cree que ello puede deberse a una deficiencia informativa: "Se sabe muy poco", concluye.

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