Marta María Hernando Álvarez (Gijón, 1964), la nueva vicerrectora de Recursos Materiales y Tecnológicos, es un caso paradigmático en el ámbito de la Universidad española, ya que en su área de conocimiento, Tecnología Electrónica, hay sólo cuatro catedráticas. Ella es, además, la única de una universidad de fuera de Madrid. Otras dos están en la Universidad Politécnica de la capital y una más, en la Carlos III. Su peso en el grupo de Sistemas Electrónicos de Alimentación, y su trayectoria académica siempre ligada a la Universidad de Oviedo, hacen de ella una persona muy significativa dentro la institución docente asturiana. De ahí que el nuevo rector se haya fijado en ella para configurar el equipo.
Ingeniera industrial desde 1988, obtuvo el grado de doctor en 1992. Desde los inicios se incorporó al área de Tecnología Electrónica, donde ha desempeñado distintos puestos docentes y es catedrática de Universidad desde noviembre de 2010. A ella ya casi no le extraña la escasa presencia de las mujeres como catedráticas de ingeniería. Según los últimos datos del Ministerio de Educación, las mujeres son mayoría en las universidades españolas (el 54%), pero apenas representan el 25% de los estudiantes de la rama de Ingeniería y Arquitectura.
Aunque en su grupo han tenido muy buenas alumnas en los últimos años, ella continúa siendo la única catedrática. Al final, dice la nueva vicerrectora de Recursos Materiales, "es una cuestión de imagen social" la escasa representación de su sexo en las carreras técnicas. Su experiencia investigadora se fundamenta en los más de 50 proyectos financiados con fondos públicos y privados en los que ha participado en los últimos años. Ha contribuido también con más de medio centenar de artículos en revistas nacionales e internacionales y es inventora de dos patentes promovidas por Alcatel España, una de ellas extendida a varios países de la Unión Europea.
Su actividad investigadora ha estado centrada, principalmente, en torno a los Sistemas de Alimentación Electrónica, especialmente en el ámbito de los convertidores de corriente alterna y corriente continua, correctores del factor de potencia, sistemas de alimentación ininterrumpida y, más recientemente, convertidores bidireccionales. Si bien en su ámbito resulta "bastante complicado patentar", la catedrática cree que las patentes tienen sentido si están vinculados a proyectos con la empresa. Esas relaciones las han cultivado desde los inicios del grupo de investigación, con Marshall primero pero también Thyssen u Orona, a través de proyectos del plan nacional de investigación, en consorcios europeos o en trabajos financiados a través del plan regional.
A la brecha de género en la ingeniería se refería hace escasa fechas a través de las páginas de este diario de esta manera: "Los expedientes más brillantes de Selectividad se inclinan hacia perfiles sociosanitarios y del ámbito de la salud". Pese a todo, el Gobierno no ha puesto en marcha ningún plan específico en toda la legislatura para acabar con la brecha de género en este ámbito educativo, que se ha agrandado en España, según advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La creatividad que acompaña en su desempeño profesional fue lo que a ella la movió en su día a orientarse por este área y la mantiene a pleno rendimiento. Ahora podrá aplicar todas esas capacidades en la gestión universitaria. Sus compañeros en el departamento la consideran "una excelente igual" en el grupo de trabajo, con la que han compartido momentos críticos de la vida académica.
