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Los ecologistas cuestionan el censo que maneja la Administración

"Hay una diferencia de 200 euros entre la indemnización de aseguradoras y la del Principado, afirman los ganaderos

El manejo del plan de gestión del lobo en Asturias da para opiniones de todos los gustos.

"El lobo nos está abrasando, esto es insostenible", claman los ganaderos. Jorge Alonso, ganadero en Carreña de Cabrales, ya no sabe cómo expresar su "absoluta desesperación". "El lobo nos está abrasando", se anima a decir, para añadir a continuación: "El año pasado, me comieron 30 ovejas". Y las indemnizaciones llegan "tarde, mal y nunca", según afirman Esteban Rojo y Carlos Bada, vecinos del mismo pueblo. "Hay una diferencia de 200 euros entre las aseguradoras y lo que da la Administración. Además, no tienen un criterio fijo. Tienen un máximo y un mínimo, y cada guarda pone lo que le parece", dicen estos dos profesionales, "ya muy cansados" de la situación que vive el campo. "Esto es insostenible. Estamos para cerrar la cuadra y marchar", lamenta Manuel Palacios, ganadero de Onís. "En cuestión de 20 días, ya tuve tres ataques del lobo. Mataron a cuatro ovejas y a otras seis las dejaron heridas, pero viendo cómo están acabarán muriendo", se queja Palacios. La misma indignación muestra Ángel González, de Pola de Lena, que asegura que los lobos "se nos están metiendo en casa". "No están dando por todos lados sin ofrecer ellos nada a cambio", agrega en referencia a la Administración regional.

"Las extracciones que hace el Principado carecen de rigor científico", dicen los ecologistas. "La eliminación de ejemplares que hace el Principado para disminuir la presión de la especie sobre el sector ganadero carece de base técnica y rigor científico". Esa es una de las quejas que hacen los ecologistas sobre la gestión del lobo en la región. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), muy crítico con la Consejería, va más allá incluso y dice que el modelo de Asturias es "caótico, indiscriminado y ciego: se mata todo lo que se puede". Su responsable, Roberto Hartasánchez, sostiene que el censo que maneja la Administración no responde a "estudios fiables, sino meras aproximaciones".

El Fapas presentó esta semana una estadística de daños del lobo en la que se refleja un notable incremento en todos los concejos. El más significativo Mieres, que según la organización conservacionista, en un año aumentaron un 900%. Según este informe, el municipio que registra más daños es Belmonte, que desde 2011 suma 1.637 daños y sólo en 2015, 273. Hartasánchez insiste en que la razón por la que el lobo causa más daños a la cabaña ganadera es que la Consejería "aplica desde hace años una estricta política de disminución de especies, como el ciervo o el jabalí, claves para su dieta alimenticia".

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