Mayores niveles de información y transparencia a los pacientes sobre las listas de espera de la sanidad pública y rebajar la tensión política . Estas son algunas de las prescripciones apuntadas por los expertos y gestores sanitarios que comparecieron ayer ante la comisión de investigación de la Junta General del Principado. "No dar información sobre las listas de espera a los pacientes es una salvajada. No podemos discutir la información al paciente en 2016", sostuvo Salvador Peiró, director del área de investigación en servicios de salud de la Generalitat valenciana, que compareció en calidad de experto a petición del grupo parlamentario de IU.
Peiró hizo un llamamiento a "rebajar la tensión política" sobre las demoras de la sanidad pública y vino a decir que en todas las autonomías se emplean fórmulas para dar la impresión de que se acortan los plazos de demora. "En las listas se hace de todo, desde cerrarlas hasta trasladar a pacientes de una a otra. La gente desaparece y cuando vuelve no se cuenta el tiempo que han pasado en otra lista (...) Otras comunidades hacen el mismo juego", afirmó el experto valenciano, que aseguró que en las adquisiciones de la sanidad pública "no hay un nivel alto de corrupción". Peiró afirmó que "la ley de tiempos máximos no es una buena solución para el sistema pero sí para los pacientes que esperan mucho".
Otro de los comparecientes, Pedro Herce, gerente del Hospital de la Cruz Roja de Gijón, se mostró partidario de que haya transparencia en la información de las listas de espera y afirmó que las derivaciones que llegan de la sanidad pública forman parte de la lista de espera. "Somos un hospital de apoyo a Cabueñes. Entiendo que nuestra lista de espera es la de Cabueñes", indicó Herce, quien admitió que en agosto su centro tendrá que suspender alguna intervención quirúrgica por falta de anestesistas, una situación que todavía no se ha dado en el Hospital de Jove, según declaró su gerente, Laura García, en la comisión parlamentaria.
Por otra parte, el portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, aclaró al término de la reunión semanal del Ejecutivo, que ningún paciente "que necesite una cama de hospital o una técnica de quirófano o una prueba se va a quedar sin ella por la reducción de la actividad asistencial en estos meses", tras la denuncia del sindicato de enfermería Satse, que cifró en 400 las camas que se suprimirán durante este verano en los hospitales públicos de la región.
"Planificación"
Martínez afirmó que, la actividad del Servicio de Salud "se ajusta durante todo el año a la demanda", y se planifica "para que tenga la menor repercusión posible sobre las listas de espera y los periodos de menos actividad".
