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Media vida en el Camino

Laureano Víctor García Díez recibe el reconocimiento a 26 años ejerciendo como guardián de la ruta jacobea del Norte

El galardonado Laureano Víctor García Díez. LNE

"Personalmente agradezco profundamente esta medalla, es un premio a 27 años de trabajo y dedicación al Camino. Pero siempre hago especial hincapié en que esta es una medalla colectiva, ya que yo solo no sería capaz de hacer todas estas tareas. Es un reconocimiento a mucha gente, mucha insistencia y muchos años, que han hecho que el camino esté hoy en día con este gran nivel de conservación, que lo ha hecho Patrimonio de la Humanidad". Las palabras de Laureano Víctor García Díez, presidente de la Agrupación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago del Norte, con el que LA NUEVA ESPAÑA cierra la serie de reportajes a los galardonados de las Medallas de Plata de Asturias, desprenden la emoción de alguien que ha dedicado media vida al Camino.

"Mi relación con el Camino empezó justamente hace 26 años, coincidiendo con las fiestas de San Roque, en Tineo. Después de una conferencia sobre la ruta, vimos la necesidad de recuperar el paso de peregrinos por la región", relata García Díez. Es entonces cuando surge la semilla de lo que hoy en día es la agrupación que representa y que engloba asociaciones de las cuatro comunidades autónomas por las que discurre el Camino del Norte: País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia.

"Las principales labores fueron de recuperación de la ruta, además de señalización y preparación de espacios para que pudieran acoger los albergues, como fue el caso del propio matadero de Tineo, en el que se instalaron unas literas cedidas por el ejército, que tuvimos que traer desde Ferrol. Las conseguimos porque por aquella época coincidió que pasó por la zona una peregrinación de militares hispano-alemanes y lo negociamos con ellos", recuerda García Díez. Para recuperar el camino, "hablamos con la gente de los pueblos, porque entendimos que ellos eran los que mejor conocen el lugar y más saben sobre sus tradiciones e historia. Por ejemplo, en Tineo recuperamos una capilla, la del Cristo de los Afligidos, que se estaba utilizando como gallinero, y ahí es donde celebramos cada año la festividad de Santiago. También creamos pequeños puentes, o rehabilitamos ciertas zonas, siempre con la ayuda de las autoridades.", explica el presidente.

Sin embargo, la labor principal pasa por coordinar los trabajos entre las asociaciones, además de ejercer como interlocutor entre las cuatro comunidades autónomas y también velar por la atención que se les da a los peregrinos, así como la información de la que disponen, la señalización y el cuidado de los albergues.

Las labores de señalización, una de las grandes preocupaciones de la agrupación, dependen de las comunidades autónomas, "ya que nosotros no podemos sufragar los gastos. Nuestra principal función es de colaboración, como policías que velan por el estado correcto de esta señalización. Además, reforzamos esta señalización con las flechas amarillas, que son la gran seña de identidad del Camino del Norte" enfatiza García Díez.

Así, para el galardonado, el futuro se ha de enfocar al "crecimiento constante y al conocimiento mucho más en profundidad. El Camino de Santiago puede ser una gran fuente de ingreso que haga viable la vida en las zonas rurales", añade García Díez.

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