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El "Karmenka", casi listo en el muelle pixueto para la próxima expedición

El "Karmenka", así se llamará el velero que está preparando la propia Carmen Domínguez, para realizar expediciones en el Ártico. "Tener un barco operativo nos supondría muchas facilidades. Solo lo podríamos usar para el Ártico, nunca para la Antártida, pero sería un gran paso", explica la matemática Karmenka, que espera aprender a navegar en el Cantábrico.

"Una persona que participó con nosotros en varias expediciones tuvo que dejarlo porque no le daba para vivir. Tenía un velero, se enteró de que me acababa de sacar el PER (Patrón de Embarcaciones de Recreo) y me lo regaló", cuenta la ovetense cuando se le pregunta cómo llegó a su poder el velero que ahora lleva su nombre. Desde que se hizo con él, entonces en malas condiciones, Karmenka no ha parado de trabajar en sus reparaciones. Lo trasladó del pantano de Madrid a Asturias y durante los veranos, y cuando su vida profesional se lo permite, se ha dedicado en cuerpo y alma a mejorarlo. Ella sola. Adolfo Eraso le da todo el mérito a su compañera sobre los arreglos del barco. "Aprendí sobre la marcha. El casco, tanto por fuera como por dentro, estaba bastante mal y tuvimos que lijarlo todo", detalla. Karmenka muestra fotografías del estado actual de la embarcación respecto a hace tres años y las diferencias son notables. Incluso ha preparado algunos muebles para incorporar al camarote del velero. Y se atreve a poner una fecha de salida para su "Karmenka". "Siendo optimistas, el verano que viene quizá esté listo para navegar, pero primero tengo que aprender, tengo el título pero aún no estoy lista para navegar", bromea."Si el barco llega a estar operativo en una expedición, podría llegar a cubrir más de la mitad de los gastos de la logística de un viaje", concluye.

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