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Testigo asturiano en la "Jungla de Calais"

La periodista allerana Juncal Alonso relata su experiencia en el campamento europeo que acogió a más de 10.000 refugiados en condiciones deplorables

Juncal Alonso, junto a algunos refugiados y otra voluntaria en la "Jungla de Calais".

La "Jungla de Calais", el campamento improvisado más grande de Europa, en el que llegaron a juntarse más de 10.000 migrantes y refugiados viviendo en condiciones deplorables con el deseo de cruzar el mar hasta el Reino Unido, empezó a ser desmantelada el pasado día 24. Para Francia, este lugar se había convertido en una enorme y pesada losa de fracaso político que había que "arreglar". Para las organizaciones humanitarias, sólo ha sido una operación de "camuflaje para esconder la realidad", porque "lo cierto es que no se han dado soluciones para agilizar el proceso de solicitud de asilo".

Juncal Alonso es una periodista asturiana residente en Londres y voluntaria en la "Jungla de Calais", adonde viajaba cada fin de semana y en sus vacaciones para ayudar a los miles de refugiados de ese campo. Entre ellos, más de un millar de niños y jóvenes de entre 12 y 16 años que viajan solos en busca de un futuro mejor.

"Las condiciones de vida eran totalmente deplorables. Las personas vivían en casetas y tiendas de campaña, no había agua, ni comida suficiente y se pasaba frío. Las organizaciones humanitarias repartían comida y ropa", relata la voluntaria asturiana. Pero aún así, afirma que "la 'Jungla' era un lugar lleno de vida. Incluso en esas condiciones, siempre había alguien dispuesto a compartir lo poco que tenía".

El campamento de Calais existía desde hacía años, pero antes se trataba de una pequeña comunidad que más que triplicó sus ocupantes con la crisis de refugiados. La mayoría procedían de Afganistán, Sudán, Irak, Siria y Eritrea. "Son personas que huyen de conflictos armados. En sus países eran de familias de clase media y media alta que lo han perdido todo y que deciden entre huir aunque les cueste la vida y quedarse sabiendo que van a morir", explica Juncal Alonso.

Las casetas, tiendas y construcciones de la "Jungla" han sido arrasadas por las llamas. Incendios de origen inexplicable, según los voluntarios, pero que impiden que los refugiados vuelvan a instalarse allí.

La periodista asturiana asegura sentir "mucha vergüenza con la respuesta de Europa a la crisis de los refugiados. ¿Cómo estos países ricos no van a poder acoger a estas personas? ¿Cómo dice el Reino Unido que sólo puede recibir a 200 menores? Es una cuestión de responsabilidad y es evidente que algo estamos haciendo mal, muy mal", concluye.

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