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Apuntes De Mecánica Política

El Ejecutivo se queda solo

La abstención del PSOE en el Congreso y la labor al frente de la gestora socialista del presidente autonómico contaminan la política regional y desmoronan las posibles alianzas parlamentarias del Principado

El Ejecutivo se queda solo

Izquierda Unida ha cerrado su asamblea regional, tras elegir nuevo coordinador, con una sensación de unidad que aleja la imagen de división que sembró en la coalición el proceso de 2012. Es mérito de Ramón Argüelles, pero también de quienes fueron sus contrincantes, Alejandro Suárez y Fernando Díaz Rañón. Las diferencias entre sectores persisten, pero algunas se han aparcado bajo una proclama común: el tiempo de "muleta" del PSOE se ha acabado.

Podemos será el aliado "prioritario" en la actividad parlamentaria de Izquierda Unida, tal y como consta de forma explícita en los acuerdos adoptados. Eso pone severos escollos a la negociación del presupuesto regional, que los socialistas quieren escenificar una vez pasado el debate de orientación política que comienza mañana lunes. "El debate marcará el comienzo de un periodo de aislamiento del PSOE", reconocen dirigentes de IU.

Aunque Ramón Argüelles ha manifestado su voluntad de negociar las cuentas con el PSOE y someter su respaldo a la militancia, pocos son los que en IU ven posibilidades de que se alcance el acuerdo. "Mucho tendría que cambiar el gobierno regional en sus planteamientos para que pudiera siquiera abrirse la puerta a un acuerdo", señalan dirigentes de la organización.

"Ahora se abre un tiempo nuevo y Ramón Argüelles ya fue durante las primarias el candidato de la militancia, al que no apoyó ningún 'barón' de IU; eso marca", explica otro. Hasta Gaspar Llamazares, a quien los socialistas ven siempre como un referente moderado y dialogante de la coalición, está en la tesis de que resulta muy complicado un acercamiento.

Tampoco de los podemistas puede esperar mucho el gobierno regional. Aunque la formación morada asegura que cada territorio tiene libertad de acción en sus alianzas autonómicas, basta ver los últimos movimientos de Echenique en Aragón (uno de los referentes para los dirigentes asturianos) para sospechar que se redoblará el mensaje de que el PSOE se ha entregado a la derecha y es en el PP donde debe buscarse ahora las castañas. Es esa una alternativa, la de negociar las cuentas autonómicas con el PP, que el gobierno no quiere ni considerar, por el momento.

Así las cosas, los socialistas se enfrentan a un debate de orientación política duro y cargado de referencias nacionales que el PSOE tratará de espantar: a fin de cuentas se trata de hablar del estado de Asturias. Pero difícil será teniendo a tiro al presidente de la gestora, Javier Fernández, aunque comparezca con el atuendo de presidente autonómico, que los grupos parlamentarios no busquen lanzar su mensaje en clave nacional. Con un PSOE recibiendo ganchos de izquierda y derecha, más cuesta arriba será el escenario de los próximos meses. Por mucho que desde el PSOE tratarán de dar la imagen de concesiones para pactar el presupuesto, si los posibles aliados se mantienen en su particular "no es no" a las cuentas socialistas en Asturias, sólo cabrá acudir por segundo año a la prórroga presupuestaria. Contar con el respaldo del PP sería un paso de complicada imagen en estos momentos, admiten fuentes socialistas.

Pero resulta inevitable otear los acontecimientos sin observar lo que acontece en la escena nacional. Continúa siendo una incógnita cómo afrontará Mariano Rajoy su propio debate presupuestario. Aunque los socialistas sí han dicho que no serán obstáculo para cumplir los objetivos fijados por la Unión Europea, no hay ni por asomo clima de respaldo presupuestario. El PSOE enseñará las uñas en el Congreso de los Diputados cuanto pueda, con el objetivo de situarse como el referente de la "oposición seria", en la creencia de que el discurso del podemista Pablo Iglesias terminará por verse como mero fuego de artificio dialéctico. Será importante anotar cuántas alianzas parlamentarias de Podemos y el PSOE logran torcer el rumbo del gobierno del PP.

Ya en su propia casa, los socialistas tienen en diciembre su próximo hito. Para entonces está prevista la convocatoria de un comité federal en el que se discuta tanto la relación futura del PSOE con el PSC como el calendario con el que los socialistas discurrirán hasta el próximo congreso federal, tal y como adelantó este periódico. Junio es el horizonte para la prueba de fuego en la que los socialistas sabrán si restañan sus heridas o simplemente profundizan la grieta con un partido dividido y un bando vencedor. No obstante, algunos miembros de la gestora preferirían prolongar la interinidad hasta después del verano, aunque son conscientes de que, con un sector del partido reclamando un congreso inmediato, una excesiva demora puede ser contraproducente.

Pronto veremos a Pedro Sánchez en Asturias. Sus más próximos están preparando su llegada, y sopesan si el exsecretario general celebrará uno o dos actos en Asturias.

No será tranquilo el otoño tampoco para el Partido Popular en Asturias. Rajoy quiere convocar en los próximos meses el congreso nacional de su partido. No parece que vayan a sufrir los populares ninguna convulsión, más allá de las especulaciones sobre la continuidad de Dolores de Cospedal como secretaria general. Pero el clima entre los populares asturianos sigue revuelto y la posibilidad de que se presente una candidatura alternativa a la de Mercedes Fernández sigue sobre la mesa.

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