En el fragor del debate, que Cristina Coto avivó desde el primer minuto -"es imposible que este debate pueda orientar a un gobierno desorientado y en rebeldía parlamentaria"-, la presidenta de Foro terminó calificando a Javier Fernández de "pseudodictador" y miembro del "colectivo de los maniacos fiscales". Venía el primer calificativo a la forma de gobernar que la diputada forista observa en un presidente que "no atiende a los requerimientos del parlamento ni rinde cuentas"; el segundo ilustró su enmienda a la "disparatada" política impositiva del Ejecutivo.

El tenso intercambio de pareceres entre la portavoz de Foro y el presidente del Principado empezó por el retrato nada complaciente de la Asturias de Fernández que acometió en su discurso inicial Cristina Coto. Puso datos a sus afirmaciones sobre el estado de una región que, lejos de engancharse a la recuperación como sostuvo el Presidente en su discurso del lunes, marcha a la cola del país en generación de empleo y crecimiento económico, y vinculó "nuestro problema para crear empleo y reducir el paro más con su incompetencia e incapacidad como gobernante que con la política socialista propiamente dicha". Al llegar en su inventario de dificultades a la crisis derivada de la población menguante y altamente envejecida de Asturias, Coto llegó a asegurar en dirección al jefe del Ejecutivo autonómico que "el gran problema demográfico es su incapacidad para que Asturias crezca". La presidenta de Foro reprochó a Fernández su inactividad, una vez más con cifras para poner de manifiesto que "sólo ha respondido preguntas en 15 de los 495 días de actividad en la legislatura", o que la precariedad parlamentaria de su grupo le ha llevado a perder 113 de las 315 votaciones, y acabó su intervención inicial con un decálogo de propuestas económicas, políticas y sociales.

En su turno, el Presidente empleó su oportunidad de réplica en una confrontación de datos que escogió, entre otras, la comparación entre las cifras del desempleo del momento en el que Foro dejó el Gobierno en 2012 -103.000 en octubre- y las actuales, "casi 20.000 parados menos". Fernández dirigió la réplica respecto a la crisis demográfica hacia la convicción de que para este problema de largo alcance y en vías de cronificación "no hay soluciones fáciles". Ni es "tan sencillo como usted lo plantea", aseguró, ni "tiene que ver solo con las expectativas de empleo, porque en ese caso esta dificultad no se plantearía, por ejemplo, en Alemania o en Japón".