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MERCEDES FERNÁNDEZ | Presidenta del PP de Asturias

"A lo mejor nos interesa más sumar coaliciones con Foro que reunificarnos"

"Los que no se ocuparon en años de dar de baja a afiliados muertos alegan eso para recurrir un congreso; fue mucho cante"

Mercedes Fernández, en la Junta General del Principado. IRMA COLLÍN

A Mercedes Fernández (Gijón, 1960) se le cierran unos frentes al mismo tiempo que se le abren otros. Es el día a día de la primera línea de la política. En plena negociación presupuestaria con el gobierno autonómico del PSOE, afronta meses de conversaciones con las diferentes juntas locales del partido de cara al próximo congreso regional. Busca cohesión en torno a su ejecutiva del PP de Asturias y evitar, si es posible, que surja una candidatura alternativa. Y lo hace tras haber dado carpetazo a la "rebelión" en Gijón, con una sentencia que ha avalado el último congreso local haciendo perder la guerra judicial a los exediles díscolos. Una victoria que llega tras meses duros para Mercedes Fernández, que impuso una gestora para apartar a Pilar Fernández Pardo y sufrió dos anulaciones de congresos. Fernández, líder regional del PP, valora por primera vez en profundidad lo acontecido.

-¿Qué futuro ve a la negociación presupuestaria con Javier Fernández?

-Desearía que el futuro fuese de acuerdo, sinceramente. Asturias necesita unos presupuestos en vigor el 1 de enero. Lo creo profundamente, igual que lo creímos para 2015 y por eso hubo entonces un acuerdo. Es el escenario que exigen los tiempos. La gente, y hace bien, no ve con paciencia que estemos en los parlamentos hablando horas y horas y luego no lleguemos a un acuerdo. Lo llevamos manifestando desde antes del verano y con bastante generosidad política.

-¿A qué se refiere?

-Unos presupuestos siempre los procura un gobierno, y un gobierno en minoría tiene la obligación de buscar los apoyos que necesita para obtener la mayoría que las urnas no le dieron. Y se nos dijo que no molestásemos. Pero nos parece que es responsabilidad del principal partido de la oposición, el PP, buscar esos acuerdos. Somos respetuosos con los tiempos de todo el mundo, pero también nos gusta que se tengan en cuenta nuestras propuestas y reflexiones.

-¿Qué posibilidades hay de un acuerdo?

-Nosotros pusimos de manifiesto el tema del impuesto de sucesiones. El impacto presupuestario frente a la situación actual era del 0,8%. Cuando hay un presupuesto que supera los 4.200 millones de euros y un grupo de gobierno como el PSOE tiene 14 sobre 45 diputados, sinceramente me parece que es una propuesta muy razonable poner sobre la mesa un impacto presupuestario del 0,8%. A partir de ahí también me gusta que se valore nuestro esfuerzo. Hay muchas políticas del PSOE que no compartimos. Y tienen traslación presupuestaria.

-Y si no hay acuerdo, ¿valoran una abstención?

-Soy mujer bastante clara, aunque dicen que en política esto lleva aparejados inconvenientes. Ante una situación tan importante me gusta tener un relato. Soy muy capaz de explicar el no y me gustaría poder explicar el sí. ¿Qué sucede con la abstención? Es una forma de votar, pero a nosotros nos gustaría poder influir en esos presupuestos.

-Luego, no se abstendrán.

-Estamos haciendo hipótesis. Pero imaginemos que hay un acuerdo del PSOE con los comunistas y se nos pide a nosotros la abstención. Es un escenario bastante extraño.

-¿Puede haber una traslación regional del generoso gesto del PSOE para permitir el gobierno de Rajoy, facilitando ustedes el presupuesto socialista en Asturias?

-Siempre digo lo mismo. En 2015 no había en el horizonte primeras y segundas lecciones ni toda la situación que se produjo ahora. Ante ese examen creo que aprobamos y en aquel momento no había el escenario de ahora, con tantos partidos. Con lo cual, con el que hay ahora, yo diría que debemos tratar a mayores de propiciar ese acuerdo.

-Se avecina la esperada visita del nuevo ministro de Fomento. ¿Se desbloquearán los grandes proyectos de Asturias?

-No creo que estén bloqueados, ni creo que la anterior titular los haya bloqueado. Lo que ocurre es que las carreteras y vías en Castilla presentan dificultad casi cero, y la orografía asturiana presenta unas complicaciones enormes. Es verdad que hubo escasez de recursos, pero con esa escasez de recursos creo que en Asturias aportaron mucho a la variante de Pajares y se completó la autovía del Cantábrico. Me gusta recordarlo por hacer justicia histórica. El ministro viene el día 7, tendrá una reunión con el presidente. Su disposición es muy buena. Como es del Norte, conoce muy bien los problemas del Norte; y como es ingeniero de caminos, conoce muy bien las características de las obras.

-Se decía que la anterior ministra priorizaba los asuntos gallegos, y hay temor a que el actual priorice el asunto ferroviario hacia Cantabria.

-Tengo la sensación de que nos va a ir muy bien a Asturias. No tengo un temor a un agravio comparativo con el actual titular de Fomento. Creo que tiene un concepto muy amplio y generoso de las necesidades del Norte y éstas pasan por Asturias. Y el hecho de que esté tan pronto en Asturias porque le interesa abrir una vía fluida con el Principado ya es un gesto en sí mismo que refleja lo que va a ser una gestión espléndida para Asturias. Estoy segura.

-No se puede demorar más el nombramiento del delegado de Gobierno...

-Es una decisión que no me compete y el mejor servicio que puedo hacer es no hacer comentarios.

-¿Pero sería bueno que el cargo lo ocupase alguien con buen entendimiento con la ejecutiva regional del PP?

-Es un cargo que presenta muchas dificultades. Tiene una serie de prioridades y competencias. Primero la seguridad. Y Asturias es una región muy segura, algo que es muy bueno. Y luego hay que tener relaciones con diferentes administraciones, la autonómica y las locales, y seguramente con el partido del que uno forma parte. Creo que esto va de suyo. Cuando fui delegada, así trabajé y no me fue mal.

-¿Qué le parece el ofrecimiento de Gabino de Lorenzo para seguir en el cargo?

-Todos nos ofrecemos siempre para seguir en los cargos.

-Recientemente hizo un llamamiento a la unidad en el partido. ¿Tan desunido está?

-No, lo que sucede es que nuestro partido tiene una historia. Y en ocasiones es brillante pero en otras de crisis y escisiones. Cada vez que el centro derecha en Asturias no tiene el patrimonio de la unidad, siempre gana la izquierda. Trabajo muchísimas horas al día, sin descansar los fines de semana, y la ambición colectiva que tengo es que gobernemos en Asturias. Y ante cualquier atisbo o declaración que pueda hacerme ver que pueda haber una desunión, mi obligación como presidenta es decir que el PSOE está en fin de ciclo y que es una oportunidad del centro derecha para gobernar Asturias, que del pasado hay que aprender, hicimos muchas cosas mal y haré todo lo posible para evitar cualquier tipo de germen de desunión.

-¿A qué germen se refiere?

-Por algunas declaraciones que escuché y cosas que vi me pareció oportuno decirlo.

-El presidente del PP de Oviedo le respondió positivamente. ¿Cómo lo valora?

-Con Agustín Caunedo tengo una relación fluida. Esta semana nos tomamos un café, sin ir más lejos, para hablar de temas. Y me pareció bien porque hay veces que las cosas creemos que las sabe todo el mundo y hay que recordarlas en público.

-¿Sigue creyendo que Caunedo tenía que haber dimitido por el caso Aquagest?

-¿Agustín? Bueno, yo voy a fijarme en el futuro que hay por delante. Fue una situación muy complicada y espero que evolucione favorablemente.

-¿Ha sido la sentencia que avala el congreso de Gijón la mejor noticia de partido que ha recibido en los últimos meses?

-Bueno, la verdad es que tampoco me puedo quejar. Trabajo mucho pero tengo buenas noticias a veces. Hay un grupo parlamentario que trabaja bien y para mí es una satisfacción dirigirlo. Pero sí que fue una buena noticia. De todo eso voy a tratar de hacer aportaciones a la ponencia de estatutos y política en el congreso nacional del PP. Hay muchos criterios que pueden plantear duda interpretativa y es muy preciso que los pongamos negro sobre blanco. Tenía muy pocas dudas de que la Audiencia iba a dar la razón al PP y al congreso celebrado. Pero es evidente que en el momento en el que se traslada al ámbito judicial una cuestión política siempre hay incertidumbre. No me gusta que pase eso porque quienes trasladan al ámbito judicial lo que son incapaces de abordar en el político están diciendo a los ciudadanos que no sirven para esto, porque buscan que un tercero, un juez, resuelva por ellos. Se hicieron muchos esfuerzos para evitar que hubiese conflicto en Gijón, pero cuando uno quiere que el problema exista pasa lo que pasa.

-Dos sentencias en contra y una gestora. ¿Qué balance hace de la gestión de la situación del PP de Gijón?

-Se tiró de paciencia, se hizo una dura tarea tanto por Ángeles Ahúja como por Mariano Marín, que son personas conciliadoras. Todo lo que se trató de hacer fue justo lo contrario a lo que hicieron otros: tranquilizar, pacificar. También digo que hubo en ocasiones personas que exigían decisiones drásticas. Lo voy a dejar ahí. Pero creo que al final trasladar líos y peleas hacia el exterior por parte de los partidos siempre es muy mala cosa. La gente lo penaliza con razón. Me pareció, y a Ángeles y a Mariano también, que era mejor tener un perfil más calmado y tranquilo.

-¿Se hubiese podido cohesionar el PP de Gijón con el de Asturias sin recurrir a la gestora?

-Creo que no. Fui elegida presidenta del partido con el 80% de los votos. La única junta local que no me prestó su apoyo fue Gijón. A partir de ahí, de alguna forma y haciendo un poco de caricatura, se nos dijo: "te vas a enterar". Y eran desafíos públicos permanentes. Un partido así es ingobernable, porque en un partido tiene que haber mucha libertad, pero también tiene que haber orden, jerarquía y disciplina. Nosotros tenemos el corte de un partido más presidencialista y al final eran enfrentamientos en la plaza pública. Aquello era absolutamente ingestionable. La paciencia es una de mis virtudes, pero al cabo de un año de ser elegida presidenta se toma la decisión por unanimidad de establecer una gestora. Al cabo de un año, no fue una reacción inmediata a que no me prestasen apoyo en mi nombramiento. Después del mismo hubo intentos de acuerdo, pero llegó el momento en que todo giraba en torno a una rebelión gijonesa. Y no podía ser.

-¿Qué le parece la investigación del Tribunal de Cuentas por la gestión de fondos municipales de los exediles díscolos gijoneses?

-Me preocupa porque lo que me trasladan es que pueden derivarse responsabilidades. Desde luego, en el supuesto de que se deriven, tendrían que ser siempre en el ámbito de quienes gestionaron eso. Espero que se resuelva, pero la cosa tiene mala pinta.

-¿Se barajan medidas disciplinarias en el partido contra los exconcejales?

-Pues no me dijo nada el presidente local, tendré que preguntárselo.

-Aunque se ha ganado la guerra judicial, hubo dos sentencias anulatorias de congresos. ¿Se deberían cambiar los reglamentos del partido para mejorar la participación?

-No. La participación se facilitó tanto que quien no se presentó al congreso lo pudo recurrir. Esto tiene su aquel. Quien desde el sofá de su casa no hizo el mínimo esfuerzo por concurrir al congreso, recurre el congreso. A mí no me sirve esto de que no se daban las circunstancias. Eso es palabrería. A mí me gusta que la gente se lo curre. ¿500 avales son muchos? Oye, es mucho más participativo que si son 200, porque hay que obtener el compromiso formal de 500 personas. Por otro lado, me dicen que revisados los antecedentes del PP en la ciudad siempre en los últimos congresos se eligió presidente a través de este sistema. Entonces, hay discursos que son muy endebles.

-¿Pero hay que reflexionar sobre las normas de los congresos?

-Bueno, hay cosas que se deben mejorar. Por ejemplo, el tema de los fallecimientos. Nunca me pude imaginar que entraba dentro de mis obligaciones ir al Registro Civil a saber cuántos afiliados han fallecido. Parece ser que las familias no tienen como prioridad ir al partido a contar que su padre o abuelo falleció. Es una realidad. A partir de ahí puede ser que quienes no se ocuparon de dar muchas bajas por fallecimientos en años fueron los que alegaron esa causa para recurrir. Es mucho cante.

-¿Se están tomando medidas para depurar los censos?

-En toda Asturias.

-¿Es un problema generalizado?

-Siempre aprendo de las experiencias. Efectivamente puede ser un problema para el futuro y los problemas hay que resolverlos. Y se está haciendo con bastante intensidad un trabajo duro para adecuar los censos. No es una tarea sencilla.

-¿Visto el desenlace en Gijón se plantearía optar por una gestora en otras ciudades como Oviedo o Avilés?

-No entra en mis planes inmediatos, la verdad.

-¿Por qué le ha costado entenderse con las directivas locales de las grandes ciudades?

-Soy una persona que normalmente me entiendo bastante bien con la gente. Me gustan dos cosas: trabajar mucho; y, luego, trabajar con una cierta lealtad. Lo que no puede ser es que yo sea muy buena, muy buena cuando una persona es diputada, y yo sea muy mala, muy mala cuando una persona no es diputada.

-Foro ha caído en relevancia, aunque se mantiene fuerte en Gijón. ¿Está cercana la reunificación del centro derecha?

-Siempre que puedo me escapo unos días por verano a Galicia, pero unas lluvias terribles me hicieron ir una vez a Castilla. Allí reflexioné mucho y me pareció que era una buena idea intentar una coalición electoral en las generales. Naturalmente la idea la tuve que trasladar a nuestra secretaria general, Dolores de Cospedal, y me dijo: "Cherines, adelante. Si lo consigues es bueno para el centro derecha en Asturias". Llegamos a firmar un acuerdo y para mí eso fue un momento político muy relevante porque en Asturias tuvimos demasiados problemas en el centro derecha y la gente lo que nos pedía sanamente es que nos pusiésemos de acuerdo. Y nos pusimos de acuerdo y la respuesta electoral que tuvimos fue muy buena.

-¿Pero más allá de una coalición están cerca de completar el proceso de reunificación?

-Pues no lo sé y no sé si nos interesa a ambas formaciones, lo digo con toda claridad. A lo mejor nos interesa más seguir sumando coaliciones.

-¿Trasladando la coalición a los ámbitos local y autonómico?

-Faltan tres años y la coalición a nivel general fue un éxito. Soy partidaria de reeditar las cosas que funcionaron muy bien y a lo mejor es que el instrumento adecuado es la coalición. Hay que explorarlo.

-¿Y cuál es su relación actual con Cristina Coto?

-Es correcta y en el ámbito parlamentario muy adecuada. Ellos nos dieron sus votos en el debate de investidura y aquello propició un empate porque Javier Fernández llegó a la cámara sin apoyos. Las caras ese día fueron para grabar un corto. A partir de ahí hubo un punto de inflexión con Foro.

-¿Y su relación con Cascos?

-Bueno, es correcta pero desde que no tiene presencia en el parlamento lo veo muy poco.

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