Un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha constatado que existe un riesgo bajo de que la enfermedad causada por la bacteria Candidatus Liberibacter solanacearum (Lso), presente en los cultivos de América y Nueva Zelanda, afecte a la patata europea. El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, ha comprobado que los insectos presentes en España no son transmisores eficaces de la enfermedad en este cultivo. Un dato importante, ahora que el tubérculo de parte de Asturias (sobre todo, del occidente y de Gijón) está contaminado por la plaga de la polilla guatemalteca.

Lso es una bacteria fitopatógena que afecta al tejido conductor encargado del transporte de azúcares y otros nutrientes en las plantas (floema) y que causa pérdidas millonarias a la industria de la patata en América y Nueva Zelanda. Hasta el momento, los cultivos de patata en Europa no se han visto afectados, pero sí se han producido importantes pérdidas económicas en algunas especies hortícolas, como la zanahoria, el apio y otras apiáceas, en el Mediterráneo y norte de Europa.

"La transmisión de esta bacteria corre a cargo de diferentes especies de psilidos, un grupo de insectos que se alimenta absorbiendo la savia del floema de sus plantas huéspedes. En España existen diferentes especies de psilidos pero hasta el momento el único vector conocido de Lso es el psílido de la zanahoria, Bactericera trigonica. Existen otros posibles vectores como el psilido del puerro y la cebolla, B. tremblayi", sin embargo hasta el momento su capacidad de transmitir la enfermedad no había sido estudiada, explica el investigador del CSIC Carlos Antolinez, del Instituto de Ciencias Agrarias.

En Asturias continúa la recogida de patata infectada por la polilla guatemalteca para su posterior destrucción. La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales ha prohibido su siembra durante al menos dos años en Taramundi, San Tirso de Abres, Vegadeo, Castropol y las fincas de los alrededores de Llamabúa (Navia), Villademoros (Valdés), Armayor (Cudillero) y Montiana (Gijón). El positivo en Gijón ha obligado al Principado a extremar los controles en concejos de la zona central, de forma que los agricultores estarán obligados a declarar tanto las parcelas ya plantadas como las que tengan previsto cultivar en próximas fechas. Estos municipios son: Pravia, Muros de Nalón, Soto del Barco, Illas, Corvera, Castrillón, Avilés, Gozón, Carreño, Villaviciosa, Colunga, Caravia, Ribadesella, Llanes y Ribadedeva.