Para lograr un equilibrio entre los ganaderos y la protección del lobo, es necesario hacer batidas controladas. Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el I Congreso internacional del lobo, celebrado este fin de semana en Zamora. Asturias es la única comunidad en la que la especie es no cinegética y se calcula que existen en la región unas 37 manadas. Desde 2015 la Guardería del Principado abate un cupo determinado de ejemplares cada año. En 2016 fueron 21. Otras de las conclusiones de esta cita fueron que el turismo de avistamiento de lobos, igual que la expansión de centros como el de observación y estudio de la especie que existen en Sanabria (Zamora), favorecen a la especie, cuya conservación es favorable en Asturias y en el conjunto de España, donde la población ha aumentado en la última década.