Hasta una ley sin aparente controversia esencial sobre su contenido, como pusieron de manifiesto los comparecientes convocados a informar sobre ella en la Junta, estiró ayer otro poco la tensión entre PSOE y Podemos. La formación morada llamó a los cinco expresidentes del Principado vivos a participar en las comparecencias sobre el proyecto de ley de Asturianía y las ausencias de Vicente Álvarez Areces y Antonio Trevín desató la bien conocida hostilidad entre los dos grupos. Podemos cargó con dureza contra los ausentes -sobre todo contra Areces, recordándole la paternidad de la expresión "leyenda urbana" para referirse a la emigración asturiana- y ayer el portavoz parlamentario del PSOE, Fernando Lastra, utilizó de vuelta el calificativo "vergonzosa" para reprochar la actitud de los morados. Sabiendo que los comparecientes sólo "vienen si lo tienen a bien", aseguró, "ni siquiera tuvieron la deferencia de dirigirse a ellos para preguntarles si podían o estaban dispuestos a acudir, y cuando dijeron que no podían les insultaron". Eso crea, al decir de Lastra, "este mal ambiente con tantas insolencias". El portavoz de Podemos, Emilio León, valoró que los expresidentes "deben responder cuando se les requiere desde las instituciones" y que "el problema del PSOE no es que le haya salido un gallo, es que lleva ocho meses desafinando".

Hubo más ruido antes que durante las comparecencias, en las que sí estuvieron Francisco Álvarez-Cascos, Juan Luis Rodríguez-Vigil y Pedro de Silva, además, entre otros, del rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda.