En las farmacias asturianas conviven actualmente dos realidades económicas: que el valor de tasación de estos negocios está subiendo en Asturias, aunque la rentabilidad está en unos márgenes muy lejanos a los que se obtenían en la década gloriosa de los años 80. Así lo dejaron claro en Gijón diversos expertos convocados en el Congreso Nacional de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles.

Ignacio Múgica, especialista en gestión integral de transmisiones de farmacias, aseguró que en España "tener una farmacia es un patrimonio que sigue valiendo mucho dinero". Y, por lo visto, más aún en Asturias, donde sólo tres farmacias están recibiendo subvenciones por facturar menos de 200.000 euros -en Navarra son 74 las boticas subvencionadas, en Castilla-La Mancha 148, y en Castilla-León más de 250-. Entre otras cosas, dicen desde la Federación de empresarios, Asturias tiene menos casos de boticas "asfixiadas" porque aquí no se ha exprimido al máximo, como en otros puntos, la ratio mínima de permitir abrir una oficina por cada 2.000 habitantes.

Los expertos en la región aseguran que en actualidad hay un movimiento significativo de venta y traspaso de estos negocios en Asturias por la confluencia de causas: edad media alta de los titulares, con el condicionante de que la región tiene edad máxima de jubilación a los 70 años; profesionales con experiencia dispuestos a dar el salto como propietarios; respaldo máximo de las entidades bancarias, y que "se están tasando bastante altas las farmacias, un poco más que en el resto de España", además de la existencia de ayudas fiscales atractivas.

"Llevamos un tiempo de muchos movimientos", indicó Carlos Arribas, portavoz en la región de una firma especializada que en la actualidad tiene en registro diez farmacias en venta. Según su experiencia, la tasación media en Asturias en una zona urbana puede oscilar entre 750.000 y algo más del millón de euros, si se tienen en cuenta facturaciones medias de entre 600.000 y 900.000 euros, las más demandadas y las habituales.