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SERGIO GALLEGO | Inspector de Sanidad, nuevo miembro de la Real Academia de Medicina

"Lo del corporativismo de los médicos ante las reclamaciones es una leyenda urbana"

"Nuestra cifra de denuncias está muy lejos de la litigiosidad americana y de sus desorbitadas indemnizaciones"

Sergio Gallego Riestra. LUISMA MURIAS

Sergio Gallego Riestra (Oviedo, 1955) es doctor en Medicina y licenciado en Derecho. Desde 1980 es inspector de prestaciones y servicios sanitarios. Ejerce como coordinador de responsabilidad patrimonial de la Consejería de Sanidad del Principado. El próximo jueves, día 8, ingresa en la Real Academia de Medicina del Principado como miembro de número (hasta ahora era académico correspondiente tanto de Medicina como de Jurisprudencia), con el discurso titulado "Origen y consolidación de la responsabilidad en el sistema sanitario español".

- Un cirujano comete un error y el paciente fallece. Un médico no hace una prueba y la enfermedad queda cronificada y con graves secuelas. ¿De quién es la culpa?

-Se ha producido un cambio sustancial en los últimos años en la responsabilidad sanitaria, de modo que se ha desplazado del profesional a la Administración Pública. Es lo que llamamos responsabilidad patrimonial, y en ella responde la Administración por los daños ocasionados por su personal. El profesional sólo responde en la vía penal, en la que la responsabilidad sigue siendo de carácter personal, si bien es poco utilizada. Lo normal es que las reclamaciones busquen una reparación económica mediante una indemnización, y eso se sustancia en la vía contencioso-administrativa sin que intervenga el profesional sanitario.

- ¿Aumentan o disminuyen las demandas judiciales en Asturias contra el sistema sanitario público?

-Desde 2001 se ha mantenido en una meseta con algunos picos, pero la tendencia no está siendo una línea progresivamente ascendente. Se puede hablar de 120 a 180 reclamaciones por millón de habitantes. Existen importantes diferencias de unas comunidades a otras, y Asturias está próxima a la parte más alta de esas cifras.

- ¿Cuáles son las principales causas de litigiosidad en Asturias?

-En un gran número de reclamaciones el factor común es la falta de información, bien específicamente en forma de ausencia de consentimiento informado o bien por falta de explicaciones sobre el funcionamiento del sistema en su conjunto. Aunque la información se proporcione al paciente, en caso de una reclamación es la Administración la que tiene que probar que se dio. Por eso ha de quedar registrado que se informó al paciente en la historia clínica o bien en un documento específico.

- Años atrás se preveía un nivel de judicialización como en la sanidad americana. ¿Se ha cumplido esta predicción?

-En absoluto. La alarma que se produjo a principios de los años 90 no se cumplió. El número de reclamaciones está muy lejos de la litigiosidad americana y del desorbitado importe de sus indemnizaciones.

- ¿Hay abogados oportunistas a las puertas de los hospitales?

-Creo que es una leyenda urbana.

- ¿Es excesivo el sentido de corporativismo entre los médicos?

-Eso es otra leyenda urbana. En los juicios, los peritos realizan su trabajo con plena libertad y confrontan sus opiniones sin limitaciones corporativistas o falsos compañerismos.

- ¿Gana terreno la medicina defensiva por miedo a las reclamaciones?

-Sin duda, el temor de los profesionales unido a las reivindicaciones de determinados pacientes excesivamente demandantes de pruebas y estudios puede llevar a solicitar algunos innecesariamente. Es innecesaria y desaconsejable la realización de estudios y tratamientos de dudosa o nula utilidad clínica. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) está trabajando en las recomendaciones de "no hacer".

- ¿La lentitud de la justicia desvirtúa la resolución de los casos?

-Es difícil reconocer como justa una resolución judicial cinco años después de haberse materializado una lesión. A veces se repara un daño después de haber fallecido el reclamante.

- ¿Existen posibilidades de aumentar el número de casos que se resuelven con acuerdos extrajudiciales?

-En este momento llegamos a alcanzar acuerdos extrajudiciales mediante pactos de la compañía aseguradora con los reclamantes, o bien dictando resoluciones expresas estimatorias de la Administración, en aproximadamente un 20 por ciento de los casos. En algunas comunidades autónomas se está empezando a trabajar en la mediación en este tipo de reclamaciones. Todavía carecemos de datos para saber si puede ser una solución futura de las reclamaciones sanitarias.

- Usted preside la Comisión Asesora de Bioética del Principado. ¿Cuáles serán las grandes encrucijadas de los próximos años en materia bioética?

-Van a estar especialmente vinculadas a la sostenibilidad del sistema sanitario público, como consecuencia de los nuevos y carísimos fármacos y la incorporación de tecnologías emergentes. Junto a ellas, se situará la desaparición del concepto de intimidad tal como hoy día lo entendemos, fruto del big data. Otro problema importante es el de la cronicidad y las estrategias de salud vinculadas a ella, que obligarán a los servicios sanitarios a modificar la actual concepción de la asistencia sanitaria. Por otra parte, estoy convencido de que cada vez cobrará más fuerza la autonomía tutelada. Quiero decir que hemos pasado de una relación médico-paciente basada en el paternalismo, en la que el médico tomaba las decisiones sin consultar con el paciente, a una relación en la que prima la autonomía. El ciudadano tiene el derecho de decidir libremente entre las opciones terapéuticas que el médico le ofrece y el derecho incluso a rechazar cualquier tratamiento como máximo exponente del dominio sobre la integridad corporal. Con todo, será imprescindible que el médico ayude al paciente.

- ¿Qué opinión le merece el reciente dictamen contrario a la maternidad subrogada (vientres de alquiler) de la comisión nacional de bioética?

-Es un excelente informe en cuanto al profundo análisis que han hecho del problema. Comparto plenamente que la situación actual no es sostenible ni tolerable. No se debe consentir que se burle la Ley de Técnicas de Reproducción Asistida actualmente vigente acudiendo a la maternidad subrogada en el extranjero y después lograr en España los efectos expresamente prohibidos por esa Ley. Así lo ha dicho el Tribunal Supremo. Además se está produciendo un acceso a este recurso totalmente discriminatorio por razones económicas. De todas formas, es una cuestión muy sensible y difícil.

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