Lo que no consiguieron hace casi ocho años las protestas de los médicos pueden conseguirlo unas circustancias de escasez de personal que se agravarán en los próximos años. La Consejería de Sanidad del Principado manifestó ayer su voluntad de retrasar la edad de jubilación obligatoria de los médicos, fijada actualmente en 65 años, hasta volver a situarla en un máximo de 70 años en las especialidades con mayor escasez de facultativos. Otra opción que baraja la Administración sanitaria, consistente en aumentar el volumen de plazas de Medicina en la Universidad de Oviedo, es vista con reticencia por las autoridades académicas. "Formar a un MIR en Asturias no significa que vaya a quedarse aquí", argumentó el decano de la Facultad, Alfonso López Muñiz.

"Estamos dispuestos a relajar la aplicación de la norma, dando prioridad a especialidades como medicina de familia, pediatría, radiología, anestesia, en las que hay mayores problemas de cobertura", declaró a este periódico Francisco del Busto, consejero de Sanidad, corroborando lo dicho unas horas antes por la directora general de Planificación Sanitaria, Concepción Saavedra.

Del Busto manifestó la intención de su Departamento de iniciar una negociación con los sindicatos para dar salida a una situación anticipada por LA NUEVA ESPAÑA anteayer, domingo: la escasez de facultativos en la sanidad pública asturiana, que según el Principado adquirirá en los próximos años unos niveles "críticos" debido a "las jubilaciones de los primeros médicos formados en la Universidad de Oviedo". El estudio de la Consejería de Sanidad señala que hasta 2015 está prevista la marcha por edad de unos 1.300 médicos, un tercio de la plantilla total de facultativos del Sespa. La futura escasez será, no obstante, desigual en unas especialidades y en otras.

Otra solución que estudia la Administración sanitaria se centra en incrementar la cifra de alumnos de la Facultad de Medicina. Pero en este terreno la llegada a consensos puede resultar más compleja. Y es que la Universidad de Oviedo no ve efectiva esta medida. "La oferta de Asturias de plazas MIR ni siquiera alcanza para los médicos que acaban la carrera".

A juicio de López Muñiz, se hace necesario establecer incentivos que hagan atractivo a los facultativos quedarse en la región. En cualquier caso, razonó, el planteamiento debe realizarse en el ámbito estatal -"porque la falta de médicos es un problema común en todas las regiones"- y bajo un prisma "serio y riguroso". Formar a un médico sale caro, sostiene el decano de Medicina, pero más caro sale elevar la oferta de plazas de las universidades sin acompasarlas a la oferta de MIR. López Muñiz advirtió de que cualquier decisión en esta línea implica "un aumento del gasto". Por ejemplo, "habría que sacar más plazas de profesorado y médicos".

"El número de médicos que se forman en España es mayor que las plazas MIR disponibles", insistió Alfonso López Muñiz, quien incidió en el salto de 24 a 41 facultades de Medicina en pocos años, que han pasado de 4.000 a 7.000 médicos formados por año para disputarse 6.000 plazas MIR que se convocan cada año en España.

Argumentó el decano de Medicina que la solución no pasa por sacar más médicos de la Universidad de Oviedo "porque eso no significa una garantía de que se queden en Asturias". López Muñiz propone "soluciones globales y no territoriales" porque formar más médicos en Asturias solo serviría para solucionar el problema en otras regiones o en otros países a la vista de la movilidad que existe entre los nuevos especialistas.

Formar un médico en una universidad privada ronda los 150.000 euros -algo menos en la pública, unos 60.000 euros para los contribuyentes-, por eso, la Conferencia de Decanos de Medicina se ha posicionado a favor de resolver ese desajuste entre personal formado y plazas disponibles a base de una redistribución de especialidades. "El resto son ocurrencias", concluye López Muñiz.