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Las clases bilingües en Secundaria, a sorteo por falta de contratos

Piden a Educación un esfuerzo por incorporar docentes para evitar que alumnos de la ESO queden fuera del programa en dos idiomas

"El procedimiento del sorteo para dirimir qué alumnos de un mismo centro van a beneficiarse del programa bilingüe y quienes no es absolutamente arbitrario" y sin embargo es un sistema que responde a la regulación del bilingüismo en Asturias, a través de la correspondiente resolución.

El presidente del sindicato ANPE, Gumersindo Rodríguez, aseguró ayer que el conflicto hecho público estos días por familias de los institutos gijoneses Fernández Vallín o Montevil, se da en otros IES de la región "y seguirá dándose mientras la Administración educativa asturiana siga desoyendo las peticiones" de esas familias.

El Programa Bilingüe es una de las estrellas del sistema educativo asturiano, a pesar de que está adscrito a él algo menos de la mitad de los colegios e institutos de la región. En torno a unos 180, que no es poco. Las cifras hacen suponer una consolidación de este tipo de enseñanza. En números redondos, casi 400 aulas y más de 31.000 alumnos.

Un embarque

Pero hay atascos. El caso de los dos institutos gijoneses antes citados pone el dedo en la llaga en la necesidad de reforzar el programa. "Que un alumno haya completado la Primaria con el sistema bilingüe y que cuando llega a la ESO se le diga que ya no puede proseguir con el bilingüismo porque no resultó elegido en un sorteo es una forma de embarcar al alumno y a su familia. Se le está truncando la progresión académica y no es de extrañar que haya padres que se planteen cambiar a su hijo de colegio, a veces hacia la privada", explica Rodríguez.

El Programa Bilingüe funciona. La evaluación del mismo llevada a cabo hace unos meses concitó si no unanimidad sí una respuesta muy favorable de las familias. El 75% de las madres y los padres de los alumnos reconocieron estar "satisfechos" o "muy satisfechos" con las enseñanzas bilingües.

El problema no es de profesores. Hay más de tres mil docentes de Primaria y Secundaria que tienen acreditación académica para impartir este tipo de enseñanza. Un número que cada vez aumenta más. Hace apenas quince días la Consejería de Educación emitió una resolución de credenciales de acreditación a otros 55 docentes de toda Asturias. Impartir enseñanza bilingüe genera méritos para los concursos de traslados, por ejemplo, pero no supone ni un euro de más en la nómina, cosa que sí ocurre en otras comunidades como Navarra o Madrid. La acreditación mínima en Asturias para impartir docencia es la B2. Algunas autonomías se están pensando exigir el C1 pero eso ya son palabras mayores.

"Algunos equipos directivos están solicitando plazas bilingües para evitar los sorteos, pero poco se consigue si la Administración las desoye. Las exigencias de las familias son razonables", señala el presidente regional de ANPE, quien recuerda que cerca del 30% del profesorado asturiano de la pública tiene acreditación bilingüe, la mayoría en Inglés.

La regulación del programa bilingüe en Asturias tiene fecha de junio de 2015. En su artículo cuarto se asegura que "en educación Primaria los centros ofertarán estas enseñanzas a todo el alumnado de los cursos donde se desarrolle", pero cambia la normativa en la etapa siguiente: "En Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional el número de grupos ofertados quedará supeditado a los recursos de los que disponga el centro. En el caso de que el centro no pueda atender toda la demanda, se efectuará un sorteo público, cuya fecha y hora serán oportunamente anunciadas a la comunidad educativa".

Parece un contrasentido. Se garantiza enseñanza bilingüe para todos los alumnos de un colegio adscrito al Programa, pero no a esos mismos alumnos cuando pasen a su instituto de referencia.

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