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Un hombre con suerte que reparte fortuna

El cuponero Juan José Fernández ha dado cuatro premios en nueve años, entre ellos uno de nueve millones de euros

Juan José Fernández vendiendo cupones. LNE

La diosa fortuna, tan perseguida y adulada, parece haber tomado cuerpo en el cuponero Juan José Fernández, natural de Langreo, que ya lleva repartidos cuatro premios en solo nueve años en el oficio. Entre ellos uno de 9 millones de euros. "Llevo relativamente poco tiempo. La gente que lleva más años venden más y muchos no dieron nunca el premio. Eso tengo que valorarlo, es importante. Ven que tienes buena mano y te incremente la venta. Incorporas nuevos clientes", explica Fernández, que el sábado pasado vendió un boleto que reportó 20.000 euros a las arcas de una clienta en El Fontán. "Era un día que no estaba en mi lugar habitual de trabajo, la estación de autobuses. Una señora llegó y me pidió dos cupones para el domingo. También añadió que solía comprárselo a mi compañero pero que haber si le daba yo suerte", relata.

El caso más sonado fue el día en que Juan José Fernández repartió 9.575.000 millones de euros. "Fue un cupón de 9.000.000 millones y otros 23 de 25.000. En el caso del agraciado con el premio gordo, los hijos dejaron de trabajar. Vas viendo como la gente va prosperando, se compraron un buen chalé y un coche. Te hace sentir genial, aunque te dé un poco de envidia. Pero envidia sana, porque son vecinos de toda la vida", asegura Fernández.

"El hombre de la suerte" no ha traído fortuna únicamente a desconocidos y vecinos, si no que su familia también ha compartido parte del pastel. "Les di suerte a mi madre, mi abuela y mi tía. Desde la ONCE decían que nunca había pasado algo parecido. También una vez le tocó a una persona que tiene un bono cupón, lo llevaba desde hacía cinco años; tenemos una relación muy buena, nos llevamos genial. Me deja sus cupones cuando se va de vacaciones. Nos tenemos mucho aprecio", cuenta el cuponero.

Uno de los casos que recuerda con mayor emoción fue cuando vendió un boleto premiado con 35.000 euros en diciembre de 2015, en Puente de San Martín. "Fue en Navidad y los afortunados acababan de tener un nieto que se llama Mateo. Les vino con un pan debajo del brazo", comenta Fernández. Con todo esto, no es de extrañar que se sienta feliz con su trabajo. "Trabajo también en Belmonte y Somiedo. Ahí la gente te mete en su casa, te dan chorizo y café. Es un trato especial".

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