El debate se plantea en los siguientes términos: ¿Es razonable que los exámenes cuenten más y que los méritos -los servicios prestados, especialmente- cuenten menos? Ésta es la pregunta que resume el tira y afloja que mantienen las comunidades autónomas en torno a los concursos-oposición del ámbito sanitario. El dilema cobra mayor sentido en este momento, dado que en los próximos años van a convocarse miles de plazas en todo el país -en Asturias, más de 2.000, entre ellas unas 375 de médicos- con el objetivo de estabilizar unas plantillas que en los últimos tiempos, debido a los efectos de la crisis, han acumulado unas elevadas tasas de interinidad.

En el momento actual, lo habitual es que el peso del examen (la oposición) sea idéntico al del concurso (los méritos); es decir, que computen al 50 por ciento. Lo que plantean algunos gobiernos autonómicos es que el examen pase a tener un peso del 60 por ciento, y que a la experiencia y demás méritos se les atribuya el 40.

"Si hay un acuerdo basado en una postura mayoritaria, lo aplicaremos. Si finalmente no se llega a ninguna solución común, nuestra postura será mantener el sistema actual", explicó el gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), José Ramón Riera. A juicio de los responsables sanitarios de la región, la proporción 50-50 "ofrece un equilibrio adecuado y la prueba es que en Asturias está dando buenos resultados", explica Riera.

Sobre el papel, lo previsible es que a los sindicatos sanitarios les desagrade cualquier opción que reste valor a los servicios prestados, pues entre su militancia suelen tener más influencia los profesionales más veteranos.

Las oposiciones de médicos que están desarrollándose a lo largo de este año establecen unos baremos que valoran la experiencia profesional (en la que se incluyen los servicios prestados como interino a la propia sanidad pública), la formación, la docencia, la investigación, las publicaciones o las ponencias. Las convocatorias suelen indicar que la fase de oposición otorga un máximo de 100 puntos, y otros tantos la fase de concurso. Al final, se suma la puntuación obtenida en ambos bloques. Con la particularidad de que resulta indispensable alcanzar un mínimo de puntuaciones en los exámenes si se quiere pasar a la fase de concurso y que se contabilicen los méritos. De lo contrario, el opositor queda cortado.

Los sectores sanitario y educativo serán -en Asturias y en el conjunto de España- los que más plazas de empleado público pongan en juego en el trienio 2018-2020, con el objetivo de estabilizar plantillas y de que las tasas de interinidad queden reducidas en todas las categorías al entorno del ocho por ciento. Dado que presumiblemente va a tratarse de procesos selectivos muy masivos y, por lo tanto, muy complejos, las administraciones públicas tendrán de plazo hasta 2022 para desarrollar los procedimientos selectivos.

Examen de pediatría

Por otra parte, el Sespa ha decidido que el segundo examen del concurso-oposición de pediatras de hospital se realizará el próximo 7 de octubre. Este proceso de selección fue suspendido antes del verano debido a un recurso interpuesto por pediatras de atención primaria, quienes argumentaban que el baremo de méritos aplicado les perjudicaba frente a sus colegas de atención especializada. A este concurso-oposición están inscritos 111 profesionales que se disputan 13 plazas. Ese mismo día está previsto que se efectúen los primeros ejercicios de las oposiciones de nefrología, neumología, neurología y microbiología.