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"Es de sinvergüenzas", rabian los vecinos

"Pasamos miedo y preocupación", aseguran los cangueses, indignados por los incendios y que agotaron en horas las mascarillas en las tiendas

Madres esperan a los niños a la entrada del colegio Alejandro Casona de Cangas del Narcea. D. Á.

"Esta situación da mucho miedo y preocupación porque en Cangas nunca nadie vio que ocurriese algo parecido; que no llegase a amanecer", lamentaba ayer Joaquín Rozas, vecino de Cangas del Narcea que comentaba indignado con amigos la virulencia de los incendios que asolaron con fuerza el Suroccidente el lunes, pero que han estado amenazando la zona durante la pasada semana.

La mayor parte de la gente que se animó a salir de casa por la mañana lo hizo provisto de mascarillas o de pañuelos que les permitieran tapar las vías respiratorias y filtrar el aire que llegaba a sus pulmones. De hecho, la venta de mascarillas se disparó en la mañana de ayer considerablemente. "Es mediodía y ya vendimos más mascarillas hoy que en todo el año, hemos tenido que hacer un pedido urgente porque no se sabe qué situación habrá mañana", señaló Pablo Crespo, de la ferretería Legazpi. En la calle, los incendios y la pesadez del ambiente era el tema de conversación. Todo el mundo coincidía en que nunca se había dado una situación parecida.

"De los años que tengo nunca vi que el humo llegase a esta situación, la gente tiene mucho valor para prender fuego tal y como está de seco, es de sinvergüenzas", señala Pablo Peláez que asegura que ahora mismo con lo seco que está puede estar quemando "una cuarta de tierra, imposible de apagar".

También las miradas a los relojes eran constantes, porque era imposible saber la hora con la falta de luz. "Veía que en el reloj eran las 10.00 y no me lo creía, tuve que repasar todos los relojes de la casa para darme cuenta de lo que estaba pasando", asegura Ángel González que esperó a última hora de la mañana para salir de casa, cuando el día empezaba a despejar muy poco a poco y sin llegar a haber claridad.

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