Dieciséis de los veintiún acusados en la "operación Tridente", que supuso la desarticulación de una banda organizada de tráfico de drogas y la mayor incautación de ketamina del país, aceptaron este mediodía las condenas pactadas entre las defensas y la Fiscalía, que incorporó la atenuante de drogadicción o dependencia en la mayoría de los casos, lo que supondrá que ninguno de ellos entrará en prisión al ser la pena más abultada de cuatro años y seis meses de cárcel. A todos se les condenó por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.

La "operación Tridente" se desarrolló a finales de 2012. La banda tenía dos patas, en Avilés y Gijón. La Guardia Civil, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera vigilaron a sus integrantes durante aproximadamente un año, hasta que los agentes pudieron intervenir para realizar los registros necesarios y aprehender la droga que manejaban los miembros de la red.

Los acusados que admitieron las penas reconocieron, por tanto, los hechos. Según el escrito de Fiscalía, integrantes de la banda realizaban viajes a Málaga para aprovisionarse de hachís. En uno de ellos, al regresar, se estropeó la furgoneta en la que viajaban en la localidad leonesa de Navatejera. Los agentes encontraron en su interior 40 kilos de hachís. Posteriormente encontrarían otors ocho kilos en diversos registros. En total, esta "mercancía" tendría un valor de 275.000 euros.

Pero en los domicilios de dos de los implicados, en las localidades castrillonenses de Raíces y Piedras Blancas, se hallaron once litros de ketamina, con un valor de 540.000 euros. También se aprehendieron 220 gramos de cocaína, 34 de éxtasis, 10 de marihuana, dos de spedd, 10 vehículos, una moto, 29 teléfonos móviles y 21.900 euros en efectivo.

Además de la droga, en uno de los registros se encontró un arsenal, aunque todas las armas estaban legalizadas, según explicó el abogado Fernando Barutell, por lo que se retiraron los cargos por tenencia de armas prohibidas.

Los acusados que pactaron sus condenas, y que no entrarán en prisión, ya no tendrán que volver a la Audiencia Provincial. Así que el juicio continuará a las 10.30 horas de mañana en la Sección Segunda con cinco integrantes de la presunta red. Uno de ellos es el avilesino Antonio López Mellado, conocido como "Fino" o "Finuco", para el que la Fiscalía pide 14 años de cárcel. A él se le ha relacionado con los trapicheos de droga de José Emilio Suárez Trashorras, el exminero avilesino condenado por los atentados del 11-M, aunque a día de hoy no se le ha podido demostrar nada. Junto a él se sentarán un guardia civil, M. S. F., para el que se pide una condena de cuatro años por intentar cobrar a "Finuco" 200.000 euros por facilitarle información sobre la investigación de la Guardia Civil, y un hostelero gijonés, P. G. V., que se enfrenta a una solicitud de ocho años de condena.